El senador Pedro Bordaberry pensó en el qué dirán y, después de cuatro horas de la tercera sesión de la Convención Nacional (CN) del Partido Colorado (PC) de este sábado, dijo: “No queremos que la noticia sea que nos quedamos sin quórum”, y recomendó a los dirigentes levantar su cartulina rectangular roja y patear para adelante la resolución de un tema que tendría que haber sido aclarado en menos de 90 días, pero que hace cinco meses está atravesando los vericuetos de los diferentes órganos partidarios. La lista de oradores al momento de votar la moción del cuarto intermedio ascendía a 11; a cada uno le correspondían cinco minutos de micrófono, pero los dirigentes, que al comienzo de la sesión rondaban los 100, se habían empezado a ir y peligraba que, al terminar la lista, hubiera menos de 60 convencionales, lo indispensable para resolver. Qué hacer con los dirigentes denunciados por apoyar a candidatos blancos durante las elecciones departamentales se determinará el 17 de octubre.
Se discutieron dos ideas, en base al informe de la Comisión Asesora de Ética y Conducta Política -que recomienda apercibir a los denunciados pero también generar cohesión entre los colorados (ver ladiaria.com.uy/articulo/2015/9/redondamente-desastroso)-. Por un lado estaban aquellos, como los diputados Ope Pasquet y Fernando Amado, los convencionales Carlos Fedele, Miguel Manzi, Nicolás Ortiz y Patricia Soria, entre otros, que en diferente grado pero con el mismo objetivo, entendían que es necesario hacer respetar la Carta Orgánica del PC y sancionar a los colorados denunciados. Por otro lado estaban los que alegaban que la situación del PC es muy delicada como para sancionar y “separar”; entre ellos estaban el diputado Tabaré Viera, el senador José Amorín Batlle, y la agrupación Izquierda Batllista.
El grupo de Pasquet, Batllismo Abierto, presentó una moción para “suspender por dos años la afiliación de los correligionarios denunciados que ocupan cargos públicos electivos en representación del partido y que apoyaron o exhortaron a apoyar a candidatos no colorados en las elecciones departamentales del pasado mes de mayo”, y “apercibir a los correligionarios denunciados que no ocupan cargos públicos electivos”. Entre ellos está el diputado Daniel Bianchi, que apoyó al nacionalista Carlos Moreira en Colonia; el diputado Guillermo Facello, que apoyó al independiente del Partido de la Concertación Edgardo Novick en Montevideo, y varios dirigentes departamentales, entre los que están Francisco Zunino, de San José -perteneciente al Comité Ejecutivo Departamental colorado-, que por tercera vez acompaña al candidato blanco (en este caso a José Luis Falero), y el floridense José Pedro Delgado, que apoyó a Carlos Enciso y ocupa la dirección de Administración y Seguridad de la Intendencia. A su vez, cabe inferir que dentro de los que “exhortaron a apoyar” está el secretario general del PC, Germán Cardoso, quien según Manzi negoció con Enrique Antía, el actual intendente de Maldonado, diez cargos en la comuna; y el ex presidente de la República Jorge Batlle, quien también hizo campaña por Falero.
En la misma línea iba la moción del grupo de Amado, que pedía “inhabilitar para integrar listas por el lema PC” en el ciclo electoral siguiente a Bianchi y Zunino, y “dada la importancia de su envergadura simbólica y política […], sancionar con censura que importa el descrédito partidario” a Batlle. Por último, recomendaba “sancionar mediante censura” a todos los que participaron en listas del Partido Nacional.
En ese sentido, Manzi afirmó que “un partido que no sanciona a quien viola su carta orgánica no es un partido, es una reunión de ocasión”; desde el grupo Somos, Ortiz argumentó que es necesario dar una “señal clara” y que sancionar significa dar “el respaldo a la gente que hizo las cosas bien”. Por su lado, Fedele dijo que no se puede admitir el supuesto de “que los que están a favor de sancionar, de reconocer el daño que se le ha hecho al partido, no quieren la unidad ni el bien del partido”, y sostuvo: “Estamos a favor de la unidad en la diversidad, pero no en la diversidad de ir a un partido cuando me conviene y a otro cuando dejó de convenir”.
Parado en la vereda de enfrente, Viera justificó su posición diciendo que “no se puede prescindir de ningún compañero”, y que en realidad tendrían que “estar discutiendo cómo ir a buscar” a los que se fueron. “Busquemos unidad”, indicó. Amorín hizo suyas las palabras de Viera y aplaudió la iniciativa. En esa línea, Izquierda Batllista presentó una moción que pedía “amnistía general”.
Además de discutir sobre qué hacer con los denunciados, la CN trató la posibilidad de iniciar acciones para modificar las disposiciones de la carta orgánica en relación con la fecha de realización de las elecciones juveniles. La moción que se presentó fue fijarla para 40 días después de lo estipulado, lo que implicaría que se realicen el sábado 9 o el domingo 10 de abril de 2016.