Si bien el titular del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Ernesto Murro, aseguró el viernes que hay “varios interesados” en invertir en el ex Frigorífico Pesquero del Uruguay (Fripur), los trabajadores, la mayoría en seguro de paro, preparan un proyecto para reactivar la producción de la planta, que presentarían en caso de que no aparezca ningún interesado.

El delegado del Sindicato Único de Trabajadores del Mar y Afines de Fripur, José Umpiérrez, explicó que la idea es “demostrar la viabilidad de la empresa” y afinar una propuesta de “cogestión” público-privada, es decir, “llegar al Estado o al BROU [Banco República] para que se haga cargo de la administración”, mientras que los trabajadores se desempeñarían desde el ámbito privado. “Tenemos la mano de obra, la infraestructura y la viabilidad. Lo único que hace falta es una inyección de dinero para arrancar. Queremos que la producción quede en manos del Estado para que éste no pierda, y además no sabemos quién puede invertir y no tenemos seguridad de que se mantengan todas la fuentes de trabajo. El proyecto está dirigido al mercado externo y al interno, apuntando a abaratar el producto para que pueda llegar a la mesa de los uruguayos”, agregó Umpiérrez.

El sindicalista dijo que están trabajando con un grupo de economistas, ingenieros y abogados puestos a disposición por el MTSS, el Ministerio de Industria, Energía y Minería, la Universidad de la República y el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT, y advirtió que se está negociando desde la sindicatura para que “el paquete que se va a tasar” para la venta quede “libre de hipotecas”, lo que perjudicaría aun más al BROU, ya que cobraría sólo 50% de lo que se tase. En cambio, “si el BROU se hace cargo de la empresa, recuperaría gran parte de lo que le adeudan”, afirmó.

Sobre los créditos concedidos por el BROU al grupo Fripur, la vicepresidenta de ese banco, Sylvia Naveiro, reconoció el 16 de setiembre, ante la Comisión de Legislación del Trabajo de Diputados, que “la situación de la empresa Fripur es de excepción” y que “no es la regla del estado de los créditos” de la institución. La jerarca justificó la actuación del banco con dos argumentos: que Fripur se caracterizó “por ser intensiva en el uso de mano de obra y por el alto agregado de valor a los productos de exportación”, y por otra parte, que la mayor parte del endeudamiento de la empresa “fue contraído mientras detentaba la calificación 1C, que en el sistema financiero significa deudores con fuerte capacidad de pago”. Naveiro dijo que Fripur se presentó en esa condición a la cuarta licitación de proyectos de inversión de 2009 y el BROU entendió que esa inversión “permitiría a la empresa consolidar los mercados que ya tenía”.

Si bien en 2008 la empresa sufrió un “duro revés” en los mercados, el BROU apostó “a que fuera una situación coyuntural”, algo que “evidentemente, no sucedió”, agregó Naveiro. Informó que el endeudamiento del grupo asciende al mes de julio a 67.744.000 de dólares. Kentilux SA, generaba de energía eólica y que pertenece a los hijos de Alberto y Máximo Fernández, “tiene una situación de endeudamiento totalmente regular”; Polybag, una fábrica de plástico, que pertenece a “un yerno de los señores Fernández, tiene un endeudamiento de sólo 194.000 dólares”, y Magdalena Sociedad Agropecuaria (propiedad del grupo Fripur) tiene “un cumplimiento de pago muy bueno”, afirmó Naveiro. También aclaró que “ser declarado grupo económico por el Banco Central no obliga a los integrantes del grupo a pagar la deuda de los demás integrantes”. “No hay nada que obligue a un integrante de un grupo a pagar deudas de otro, salvo que existiera una garantía solidaria cruzada, que en este caso no existía”, dijo. Fripur se presentó a concurso a mediados de 2014 y, seis días después, el BROU recibió una solicitud de medio millón de dólares por parte de la empresa y del interventor para hacer frente a los salarios. “El banco accede a ese préstamo en defensa de los puestos de trabajo, aun encontrándose la firma dentro del proceso concursal”, argumentó Naveiro. “Ahora no nos queda más que seguir trabajando en el pliego para fomentar, fundamentalmente, la venta en bloque, que permita conservar las fuentes de trabajo”, añadió la jerarca, según la versión taquigráfica.