Asumieron ayer las autoridades de la Agencia Nacional de Desarrollo Económico (ANDE), un organismo público no estatal creado en 2009 para contribuir al desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), pero que durante el período de gobierno de José Mujica no funcionó, debido a que sus directores no habían sido designados. En esta segunda presidencia de Tabaré Vázquez, la ANDE volvió a tomar protagonismo y fue incluida en la ley que institucionalizó el Fondo para el Desarrollo (Fondes) como administradora de una de sus particiones, destinada al financiamiento de las mipymes. Vázquez designó como presidente del organismo a Álvaro Ons y como directores a Álvaro Correa y Pablo Villar. Ons había sido elegido para presidir la secretaría del Sistema Nacional de Competitividad (SNC), otro organismo cuyo proyecto de ley de creación está en discusión en el Parlamento, pero según fuentes de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), “su prioridad ahora es la ANDE, y cuando se apruebe el SNC, se verá” su destino.

En la asunción estuvieron el titular del Ministerio de Economía y Finanzas, Danilo Astori, y el director de la OPP, Álvaro García. Éste sostuvo que “la principal restricción, no sólo en Uruguay sino en la región, para que las mipymes entren a un banco a pedir un crédito es demostrar que pueden pagarlo”. García dijo que esa “batería” de avances ha generado un “aprendizaje” del Estado que confluye en la institucionalización de la ANDE.

El director de la OPP dijo que la agencia tendrá como fuentes de financiamiento “el pasaje de activos” previsto desde la Corporación Nacional para el Desarrollo y una parte del Fondes. Aclaró que “el financiamiento de programas para mipymes no tiene que ver directamente con préstamos, ni con préstamos voluminosos”, porque “la ANDE tiene otra filosofía”, que tiene que ver con una distribución “a nivel territorial” y “en favor de cosas bien puntuales que puedan necesitar las empresas”.

Por su parte, Ons dijo que las seis áreas prioritarias de la institución serán, además del emprendedurismo, el desarrollo empresarial, consistente en “el apoyo de naturaleza más tradicional”; el acceso al financiamiento, con un sistema de garantías que constituya “una banca de segundo piso” con capital de riesgo y capital semilla; la oferta de programas específicos, por ejemplo para la internacionalización de las mipymes; el trabajo con los “servicios posinversión”, que son de “alta rentabilidad” como complemento al programa Uruguay XXI de atracción de inversiones extranjeras; y el desarrollo territorial, “una dimensión que tiene que ser incorporada a las otras áreas”, fomentando el desarrollo de las capacidades locales.

Finalmente, Astori expresó que la ANDE es un ejemplo de la evolución y la modernización institucional, que “es lo mismo que decir especialización”. El ministro destacó que la agencia va a ofrecer, entre otras cosas, “una mirada estratégica”. Para Astori, el desarrollo tiene que “ser definido en base a valores superiores, no siempre materiales, sino también espirituales”, como “la libertad, la justicia, la fortaleza democrática y la agenda de derechos de la sociedad”. Luego explicó que la estrategia “es seguir los lineamientos” desde cuatro “puntos de vista”: los procesos y las acciones sobre las cuales se va a poner el énfasis, el manejo de los tiempos, el despliegue territorial y el papel de las fuerzas sociales. En materia de procesos y acciones, Astori dijo que el gobierno trabaja en “el crecimiento inclusivo, la apertura de la economía y la apuesta a la calidad y la excelencia”, y sobre las fuerzas sociales dijo que sin ellas “no hay transformación”.