“Esperábamos un estancamiento pero no una caída”, sostuvo la coordinadora del Grupo de Análisis Macroeconómico del Instituto de Economía (Iecon) de la Universidad de la República, Gabriela Mordecki, quien advirtió que esto generó la necesidad de revisar las proyecciones, “las que seguramente se corregirán a la baja, pero levemente”.
Por su parte, la gerenta del área de servicios económicos de PWC, Mercedes Comas, se detuvo sobre el consumo privado -principal motor de la economía-, que cayó en este período 1,1% contra el segundo trimestre de 2014. Lo “raro”, en opinión de la analista, es que esta contracción ocurriera “en un contexto en el que los salarios siguen aumentando”. “El Banco Central no hace una discriminación en la apertura del consumo, pero sí podemos pensar que no es lo mismo un dólar a 19 pesos que a 29, tanto para la compra de bienes importados -por ejemplo, vehículos- como para los servicios”.
También para la economista del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT Alejandra Picco la caída del consumo fue “una sorpresa”. Si bien ha habido distintas contribuciones, consideró que “el tipo de cambio afectó las compras de bienes importados, y también jugaron un rol las expectativas, lo que se puede llamar un discurso de prudencia y achique que creemos que impactó más de la cuenta, sobre todo en el consumo de duraderos”. La técnica estimó que “más allá de eso, no hay nada que esté avalando una caída tan grande”.
No obstante, Comas puso el dato en perspectiva: “Estamos hablando de 1,1% en volumen; el consumo no se desmoronó. En cuanto a las empresas de retail, sí hay una caída en sus ventas, pero se trata de un dato trimestral: hay que acotarlo y darle la justa medida, la medición de trimestre”, afirmó.
A pesar de la contracción del consumo, las analistas estiman una inflación que se mantendrá entre 8,5% y 9%, por lo menos durante este año y el que viene. “Si bien es verdad que la demanda convalida, hay otros factores que siguen presionando al alza, como el tipo de cambio y la suba del boleto, que se incluye en la inflación de setiembre”, advirtió Picco.
Por su parte, Comas, quien no descarta una nueva caída en el consumo durante el tercer trimestre, sostuvo que “mientras no se desmorone el empleo de forma significativa, no debería desmoronarse el consumo”, ya que “muchos de los convenios [acordados en Consejos de Salarios] siguen vigentes al menos hasta mediados del año que viene”. La economista entiende que el proceso que liga al consumo con el aumento de los precios en estas circunstancias es “lento”. “Algunas empresas nos dicen que no pueden ajustar sus precios a sus costos porque la demanda no lo resiste, entonces es una realidad que la propia moderación de la demanda interna está tirando a la baja los precios, pero hay otro problema, que es el de la indexación. En Uruguay muchos contratos (el de los alquileres, por ejemplo) se ajustan por precios, y así hacen que el aumento de precios se perpetúe hacia adelante aun sin un consumo tan latente”, estimó. Mordecki acotó que “el aumento del dólar es uno de los principales factores de aumento de los precios, y esto se mantiene”.
En adelante, las perspectivas cambian para algunos -el Iecon y PWC modificarán la previsión de crecimiento en 2015 a la baja- pero Picco sostiene que en el Cuesta Duarte, “en un primer momento, no”. “El crecimiento en el primer semestre fue un poco por arriba de 2%, y si bien en el segundo el efecto Montes del Plata va a empezar a diluirse, en adelante no deberíamos pensar que la contribución de energía va a ser un problema, por ende no deberíamos esperar algo distinto a 2,5%”, explicó, en línea con lo que proyecta el equipo económico, que aseguró que no modificará a la baja su previsión de crecimiento, de 2,5% para este año.
“Con los datos de hoy, no hay nada que haga cambiar las expectativas de crecimiento, pero de todas maneras hay que seguir viéndolo”, advirtió Picco, quien aseguró que “en realidad, estamos en una economía que sigue creciendo”. “Estos datos generan mucho miedo e incertidumbre, pero debemos saber que estamos en una situación muy distinta de la de 2002 y también muy diferente a la que están viviendo nuestros vecinos”, tranquilizó.
“El consumo es clave en una economía como ésta”, complementó Comas, quien consideró que “lo que precisamos es que los precios internacionales se recuperen” más allá de que esto “no parece probable, al menos hasta finales del año que viene”. Mientras tanto, se apostará a la demanda interna, por lo que aconsejó al gobierno estimular el plan de inversiones para el quinquenio: “Si algo se puede acelerar, sería clave para sostener la actividad interna”, dijo.