El jueves, el ministro interino del Interior, Jorge Vázquez, anunció que se va a “reforzar la vigilancia” en las zonas de Montevideo donde se registran más delitos. Para ese entonces, el Ministerio del Interior (MI) ya había difundido cifras de detenciones y procesamientos relacionados con delitos violentos. Al respecto, el ministro Eduardo Bonomi trasladó la complejidad de los conflictos violentos a cifras: dijo que la actividad del narcotráfico explica 60% de los homicidios. Días después, el senador colorado Pedro Bordaberry planteó hacer “un pacto político contra el narcotráfico” similar al que busca el gobierno de Mauricio Macri en Argentina. Este domingo, el MI difundió en su página web una columna editorial titulada “Bienvenidos al Uruguay”, en la que justifica las medidas represivas tomadas y anunciadas, y culpa a la oposición de “miopía” por no reconocer el trabajo de una cartera que “ha venido advirtiendo y actuando en consecuencia desde hace tiempo”. En ese sentido, el texto dice que a “los crímenes por ajustes de cuentas, las luchas por territorios, los conflictos entre delincuentes, el crimen organizado con alto poder de fuego” se les “dio ventaja” para instalarse en el país a causa de las “mezquindades y egoísmos que dejaron en solitario a quienes advertían una y otra vez el Uruguay que se vendría”.

Las críticas de la oposición llegaron ayer. En Twitter, varios legisladores expresaron su repudio a la editorial. Bordaberry escribió: “El MI nos dice hoy que hay peleas por territorios, ajustes de cuentas entre dealers, algo impensado 10 años atrás”. El senador nacionalista Javier García publicó: “Desde web del MI se lleva adelante provocación a todos los partidos. Bonomi es responsable si no se retracta por ese contenido”; “Es basura de claro tinte antidemocrático”; “Que se haga cargo Bonomi que bajo su mandato aumentaron 60% rapiñas y tenemos récord histórico de homicidios. No da para ironías”.

El Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay (Ielsur) también manifestó su preocupación. En su cuenta de Facebook escribieron: “Se institucionaliza el discurso de la emergencia, del miedo que termina por justificar la represión y la amenaza a la privacidad de las personas, en medio de un hermetismo por brindar información sobre cuales protocolos (si existen), se implementan ante este tipo de medidas. ¿La Policía determina quién es un ‘ciudadano honesto’? ¿Serán los megaoperativos que estigmatizan a barriadas enteras quienes mantengan la ‘seguridad pública’? ¿Será la militarización policial la que nos de una sociedad más ’libre’, más ’justa’?. No”.