Ayer terminó el trabajo de los 300 soldados que desde el jueves 31 recorren Montevideo (en especial los municipios A, D, G y F) para apoyar la recolección de los residuos que se acumularon alrededor de 4.000 contenedores. El comando se instaló en el Batallón de Ingenieros de Combate N° 1, en Cerrito de la Victoria, y trabajó en dos turnos: de 7.00 a 13.00 y de 14.00 a 20.00.

Apenas se anunció la medida, el 30 de diciembre, el senador del Partido Nacional Javier García empezó a hacer preguntas. La “IM [Intendencia de Montevideo] debe pagarle a soldados que intervengan en la recolección de residuos. Es lo que corresponde por el trabajo. ¿Está previsto?”, publicó en su cuenta de Twitter. También señaló lo que ve como un doble discurso del Frente Amplio: “Hay prejuicios políticos con FFAA [Fuerzas Armadas], pero cuando las papas queman se les van todos los pruritos y salen corriendo a pedirles ayuda”. En diálogo con Montevideo Portal, la senadora frenteamplista Constanza Moreira -líder de Casa Grande, sector que en la discusión por la ley de Presupuesto criticó lo elevado de los montos destinados al Ejército- contestó al segundo reclamo: “El presupuesto militar, que discutimos por elevado e inadecuado en un país sin conflictos bélicos, no tiene nada que ver con las tareas especiales como colaborar con un servicio de limpieza”. La primera serie de dudas, sobre el pago a los soldados, ya estaba contemplada en el acuerdo entre la IM y el Ministerio de Defensa Nacional (MDN), según aclaró a la diaria Óscar Curutchet, director de Desarrollo Ambiental de la comuna. El jerarca señaló que el convenio tiene un antecedente en 2006: en aquel caso se proveyó de mano de obra para podar, plantar y retirar árboles y rellenar pozos de tierra, y se contemplaron pagos por las tareas extra.

Autoridades de la IM informaron ayer a Subrayado que se pagarán 300 pesos por hora, lo que implicaría un gasto total de 3.600.000 pesos. A partir de hoy, las tareas quedan a cargo de funcionarios municipales, cooperativas, organizaciones no gubernamentales y tres empresas privadas. La IM, dice Curutchet, espera que no sea necesaria una futura colaboración del Ejército.

“Ir hacia un aumento de la participación privada no es algo que esté planteado. Si llegamos a que sean cada vez más necesarios, hay que cambiar el modelo de gestión”, dijo el director de Desarrollo Ambiental. La IM tomará dos medidas para aumentar la efectividad de la limpieza: por un lado, una reestructura de organización del trabajo, que incluye la contratación de electricistas y mecánicos para el mantenimiento de los camiones; por otro, trasladar el Cantón Dos a una nueva unidad logística, que se instalará en el este de la ciudad, y crear un centro de compactación de basura en el Centro. Las dos obras dependen del Fondo Capital, que prevé un aumento del presupuesto para limpieza de 47%: de 17 millones de dólares anuales a 25 millones.