Uvas en espaldera, árboles frutales en hilera, fardos, eucaliptos, los ápices de cientos de plantas de maíz que se ven detrás de los cercos de arbustos. Mucho verde. Eso es lo que se ve desde la ventana del G11 que salió de la terminal Colón, casi vacío, rumbo a Melilla. Una persona baja en la parada en la que está el esqueleto del Frigorífico Sudamericano; otra, cerca de la bodega boutique y viñedos Bouza; otra, enfrente a una casaquinta grande, color terracota, que se alza entre dos montes. A la escuela Nº 124 llegamos sólo dos. Pero el centro educativo de primaria de la zona oeste de Montevideo estaba lleno.

En Melilla, donde se criaron, engordaron y entrenaron vacas y caballos de los colonizadores hace tres siglos, se eligió lanzar la 26ª edición del Programa Educativo de Verano (PEV) del Consejo de Educación Inicial y Primaria de la Administración Nacional de Educación Pública. Desde ayer hasta el 5 de febrero, los niños de escuelas públicas de todo el país podrán disfrutar de propuestas lúdicas en la escuela de su zona, explicó la inspectora departamental de Montevideo oeste, Cristina Ruggeri. La idea del PEV es que por medio de juegos y actividades recreativas los niños incorporen “hábitos y conocimientos que les serán útiles al comienzo del año lectivo”. El consejero Darby Paz aseguró que las tareas estarán a cargo de maestros y profesores de Educación Física, que acompañarán a los niños durante toda la jornada. Señaló que el énfasis del PEV está en las actividades físicas al aire libre y en “lo recreativo y artístico”, pero sin perder de vista el enfoque pedagógico. Se trata “no solamente de aprender a venir y a estar en la escuela, a hacer que sea un lugar de contención y de igualdad, sino que sirve también para los aprendizajes. Nos va a permitir enseñar a lavarse las manos, a sentarse correctamente en el comedor, al cepillado de dientes; cosas que tienen que ver con los hábitos que servirán a futuro”, sostuvo.

Además de juegos y diversas actividades de expresión plástica y educación física, se prevé la realización de paseos, viajes a la playa y al cine. Los niños estarán en el centro educativo desde las 8.00 hasta las 13.00 y se irán con la panza llena, porque se les dará el desayuno y el almuerzo. En esta edición se atenderá a unos 10.000 alumnos de 125 escuelas públicas y participarán 125 directores, 166 maestros, 149 profesores y 200 auxiliares. Paz manifestó su “orgullo y satisfacción” por “el compromiso de los docentes”. Aseguró que el PEV se realiza “con mucho amor y entrega”. “La educación primaria no para”, afirmó.

La celebración del lanzamiento terminó con María Inés Obaldía, maestra de ceremonia, que repartió tazas y libretas, y el coro infantil Giraluna, que invitó a los más chicos a cantar junto con ellos el estribillo de una canción que decía: “Hace calor, mucho calor, qué calor”. Después de cantar, los niños jugaron bajo la sombra de los árboles de la entrada de la escuela a Simón dice.