La interna socialista está más agitada que la del Frente Amplio (FA). Si bien la elección de los “latas” se realizará el 13 de marzo y la del oficialismo el 29 de mayo, en la fuerza política aún no hay un precandidato con los apoyos necesarios para ser postulado a la presidencia, mientras que en la interna socialista las candidaturas de la senadora Mónica Xavier y el ex ministro de Desarrollo Social Daniel Olesker a la secretaría general miden fuerzas a la par, en una competencia que pone frente a frente a las principales corrientes internas del partido.

Un reflejo de esa situación ocurrió el lunes, cuando sesionó el Ejecutivo del Partido Socialista (PS). Este órgano analizó las posibles candidaturas a la presidencia en la interna del FA y aprobó por mayoría comenzar a establecer sondeos en forma reservada para proponer el nombre del actual secretario de Derechos Humanos de Presidencia de la República, Javier Miranda. La decisión, empero, no contó con el respaldo de los dirigentes que respaldan la candidatura de Olesker. Dirigentes de su corriente explicaron que se aspiraba a que el PS habilitara todas las candidaturas en el Plenario del FA, que se realizará el 5 de marzo, y que fuera la nueva dirección partidaria electa, el 13 de ese mes, la que tomara la decisión de a qué candidato respaldar. “Lo más lógico sería que fuera la nueva dirección del partido la que tome la decisión”, explicaron desde la lista 4.

Pero estos argumentos no convencieron y se impuso la voluntad de la mayoría del Ejecutivo, que mediante distintas listas se inclina por Xavier en esta interna socialista. Dirigentes cercanas a esta candidata expresaron que lo planteado por esta corriente era inaplicable: “La nueva dirección terminará asumiendo en abril y la elección del FA es en mayo; es imposible”. También cuestionaron que el plenario de la fuerza política que habilita los candidatos es antes de la elección del PS, el 5 de marzo.

Crece y suma

La decisión del PS no implica un apoyo expreso a la precandidatura de Miranda, sino la concreción de una serie de contactos para ver con qué tipo de respaldos cuenta su eventual postulación. Si bien no ha sido discutido formalmente, el impulso de su precandidatura proviene desde el Frente Liber Seregni (FLS). Varios dirigentes del FLS admiten que es el nombre que más ha circulado y uno de los que podrían traer mayores consensos en otros sectores de la fuerza política.

En el resto del FA el panorama es igual de difuso. La precandidatura de Enrique Rubio cuenta con el apoyo de algunas coordinadoras de base y del diputado del Espacio 609 Óscar Groba, pero el sector del ex senador, la Vertiente Artiguista, aún no se ha expresado.

Otro que también podría ser candidato es el diputado Sergio Pato Mier, de la Liga Federal Frenteamplista. El legislador está impulsado por su sector, pero aún no definió si aceptará este ofrecimiento. Según dijo a la diaria, se expresará en los primeros días de febrero. Mier, considerado uno de los diputados rebeldes por su negativa a votar algunos artículos del Presupuesto, está siendo juzgado por el Tribunal de Conducta Política. “El pase al tribunal es algo que hay que valorar. Soy muy crítico con los errores del FA, pero soy frenteamplista y sigo creyendo en la herramienta. Voy a tratar de no complicar al FA más de lo que está”, dijo.

El coordinador general de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Pablo Álvarez, es uno de los pocos que han manifestado públicamente su voluntad de ser candidato, pero su nombre todavía no ha reunido apoyos más allá de su sector, si bien fue considerado atractivo para dirigentes de Compromiso Frenteamplista. En este espacio también hay quienes quieren como candidato al actual presidente de la Cámara de Diputados, Alejandro Sánchez, pero en su sector, el Movimiento de Participación Popular, los principales dirigentes parecen tener otros planes. Uno de ellos es el ex presidente José Mujica, que dio a entender que se inclina por el ex socialista Roberto Conde, quien ya reunió el apoyo de cuatro coordinadoras de base y del Movimiento Alternativa Socialista. Otros dirigentes del MPP, como la senadora Lucía Topolansky y su par Ernesto Agazzi, también se han pronunciado a favor de que el presidente de la fuerza política no responda a ningún sector.