Los playas del este se volvieron a llenar al comienzo del verano. Lo mismo pasó con los comercios, que esta temporada incorporaron -en la mayoría de los casos- la posibilidad de pagar a través de medios electrónicos, una alternativa festejada por los veraneantes que recuerdan la escasez de efectivo que reinó en años previos. No sólo los POS (el aparato por el que se pasan las tarjetas para efectuar el pago) invadieron la costa, sino también los nuevos cajeros automáticos, dos factores que hicieron “multiplicar de forma importante” los pagos electrónicos en comparación con otras temporadas, indicó a la diaria el coordinador del Programa de Inclusión Financiera, Martín Vallcorba.
Durante los últimos días de diciembre hubo “una explosión” en el uso de tarjetas de débito y crédito en la capital del país. Si bien aún no hay datos específicos y formales, Vallcorba indicó que los días previos a Navidad -22 y 23 de diciembre-, así como el 31, los pagos por medios electrónicos se “multiplicaron de manera importante” a raíz de las “compras de fin de año”, lo que puso a prueba los sistemas operativos de las distintas sucursales, al “superar los niveles de estrés a los que habían sido testeados”. Problemas hubo, pero fueron “menores”, consideró el asesor del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), por lo que en general la evaluación de la respuesta fue “buena”.
A la costa esteña la inclusión financiera llegó unos días después. En diciembre, algunos comerciantes de los balnearios de Rocha y Maldonado indicaban a quienes querían pagar con tarjeta que aún no habían llegado los POS, por lo que no era posible efectuar la transacción por ese medio. Según Vallcorba, esto se debió a una demora en los trámites de instalación: “Muchas veces, los comercios operan únicamente en la temporada, entonces se concentraron muchas solicitudes en muy pocos días, generando cuellos de botella, porque la instalación no es automática. Hay ciertos tiempos de respuesta entre la solicitud del aparato, su instalación por parte de un técnico, la reprogramación de los sistemas de tarjetas para integrarlos al sistema general del comercio y la puesta en marcha”.
Como contrapartida a estos percances, Vallcorba destacó que esta invasión de POS es producto del aumento de la aceptación de estos medios por parte de la gente, algo que además llevó a un incremento “notorio” de los puntos de extracción de efectivo, en particular de las instalaciones del Banco República, a partir del convenio realizado con Abitab y Redpagos a mediados del año pasado, que habilitó la posibilidad de hacerlo en todas las redes de pagos (ver recuadro). A esto se le sumó la inclusión de lo que se conoce como cashback -el retiro de un monto pequeño de efectivo cuando el comercio utilice medios de pago electrónicos- en una cadena de supermercados y otra de farmacias.
A pesar de la demora, Vallcorba consideró que en esta temporada “debería haber un uso más fluido de la tarjeta de débito”. La evaluación hasta el momento es “positiva, sobre todo si se la compara con temporadas anteriores”, como producto de que “la temporada está siendo muy buena” y de que hay una “fuerte afluencia de turistas que ya están familiarizados con el uso de estos medios”.
Trueque de beneficios
El año pasado, el Banco República realizó acuerdos con Abitab y Redpagos para que sus clientes pudieran utilizar los servicios de las redes de pagos y cobranzas para extraer y depositar dinero en sus cuentas y consultar sus saldos. Sin embargo, el convenio tuvo como contrapartida que limitó el monto de las extracciones a 3.000 pesos, además de una tasa de cobro a partir de la quinta, un “elemento de preocupación para el MEF”, sostuvo su asesor, Martín Vallcorba, en función de los objetivos del Programa de Inclusión Financiera. Por este motivo, indicó que se va a “seguir insistiendo en que los retiros de efectivo puedan realizarse de forma tal que lo habiliten a uno a extraer todo el sueldo -aunque sea en retiros de 3.000 pesos- de manera gratuita”, porque “a la larga los bancos deberían entender que muchos retiros de bajos montos son preferibles a pocos de muchas cantidades”.