¿La embajada tiene una mejor relación con el gobierno de Mauricio Macri que con el anterior, a pesar de los posibles desencuentros ideológicos?

-Sí. Las relaciones bilaterales han mejorado rápidamente, sin ninguna duda. Yo no hago juicios sobre el modelo económico [argentino]; participo y defiendo el que lleva adelante el gobierno uruguayo. Hay un viento a favor muy importante; justamente, hablando de viento, esta llegada de Alas Uruguay es un movimiento muy fuerte a favor del turismo, del comercio, de la integración cultural. Tenemos una buena conectividad fluvial y tres puentes que nos unen, pero había un vacío en el tema de la conectividad aérea, que viene a llenar Alas Uruguay. Ahora tenemos una gran responsabilidad, por parte del sector público y el privado, de ponernos la camiseta y apoyar esta línea aérea uruguaya.

¿Hay estrategias pensadas desde la embajada para apoyar el proyecto?

-Bueno, la difusión en todos los ámbitos posibles. Por ejemplo, en Argentina hay 42 embajadas concurrentes, o sea, embajadores que no tienen sede en Montevideo y que atendemos desde la embajada. Los embajadores y su personal tienen que viajar. La idea es invitarlos a charlas de presentación, pensando en ámbitos de trabajo y en la conectividad con otros países. La gran mayoría del cuerpo diplomático veranea en Punta del Este. Hay una conectividad con Paraguay y con Brasil, y cuantos más vínculos podamos tener con las provincias, mejor. El propio ministro argentino [de Turismo, Gustavo Santos], como buen cordobés, pidió la conectividad con su provincia. Tenemos otros grandes puntos, como Rosario y Santa Fe. Estamos en una etapa en la que todos los días recibimos alguna noticia positiva. Hay un cambio de clima. Seguramente, de haber ganado el anterior gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, también hubiese habido un cambio positivo.

¿Entonces los problemas venían por los personalismos?

-Hubo un cambio en el equipo de gobierno, y los estilos muchas veces juegan un papel mucho mayor de lo que puede parecer a primera vista. Hay que ser justos: estas coincidencias de agenda que se registraron también aparecieron en las reuniones con Scioli, en las que tuve el honor de participar. Ya están previstas una serie de reuniones entre los ministros uruguayos y sus pares argentinos para instrumentar temas vinculados a los puertos y la energía, que parten tanto de intereses comunes como de la fuerza centrípeta de la geografía, que lleva a puntos de contacto, como que el actual ministro de Turismo argentino haya hablado de artiguismo. Yo tengo el honor de haber llegado a Argentina el año pasado, a 200 años del Congreso de los Pueblos Libres, uno de los puntos más altos del artiguismo a favor de los más necesitados.