La Sociedad de Ginecotocología del Uruguay (SGU), integrante del Sindicato Anestésico Quirúrgico, respondió con cifras a las declaraciones de la presidenta de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Susana Muñiz, quien aseguró este miércoles a Teledía, de Monte Carlo Televisión, que los ginecólogos mercantilizan la medicina. “Está mal informada”, afirmaron los ginecólogos. Por otro lado, anunciaron que presentarán al Ministerio de Salud Pública (MSP) propuestas que apunten a disminuir “de forma adecuada y realizable” el porcentaje de cesáreas. Una de ellas es brindar analgesia obstétrica gratuita a todas las mujeres en trabajo de parto en las prestaciones del Sistema Nacional Integrado de Salud.

“Unos días antes de las fiestas, nacen más niños que los que nacen en esas fechas. Sabemos que el trabajo de parto se puede desencadenar en cualquier momento, que eso es bastante complicado para la planificación de la vida de los ginecólogos, pero, bueno, ellos eligieron ser ginecólogos”, sostuvo la presidenta de ASSE. Por otro lado, agregó que “cobran el acto quirúrgico cuando hacen una cesárea, no así cuando es un parto”, y que se hacen más en las mutualistas que en los servicios públicos. En ese sentido, agregó que el tema “se ha investigado” y que “obviamente nadie dice ‘quiero cobrar por acto quirúrgico’ y por lo tanto se invocan otras razones”.

El presidente del SGU, Gualberto Arribeltz, señaló a la diaria que en ASSE se realizan menos cesáreas, a pesar de que en los hospitales públicos se paga la cesárea y no el parto, y que en las mutualistas, en cambio, se hacen más cesáreas, a pesar de que en algunas instituciones privadas se paga más por parto que por cesárea. Sostiene que se debe a múltiples razones. “Está absolutamente demostrado que el número de cesáreas no tiene nada que ver con el dinero que pagan. En el Pereira Rossell es donde hay menos cesáreas”, indicó.

Arribeltz explicó que al sector público asisten pacientes de menores recursos económicos y que se embarazan a edades más precoces, entre 16 y 28 años, mientras que las del privado se embarazan generalmente después de los 30. En este último caso, hay mayor probabilidad de tener patologías durante el embarazo, y por eso tienen el mayor índice de cesáreas. También indicó que estas mujeres “generalmente son menos tolerantes a los dolores del parto y más exigentes en cuanto a pedir la cesárea”. Señaló que internacionalmente entre 14% y 15% de las mujeres piden cesárea. Además, dijo que la presencia de parteras en ASSE también influye. “Tienen el rol fundamental de acompañar siempre”, afirmó.

Respecto de las estrategias que pretenden desarrollar junto con el MSP, Arribeltz sostuvo que contar con parteras en todos los centros de salud es fundamental. Respecto de realizar “marketing del parto”, dijo que significaría “borrar la idea de la población de que la cesárea es más segura y menos dolorosa” que el parto. “Hay que lograr mejorar la imagen del parto, entender que es la opción más natural y, a menos que exista peligro, parir así. No hay que tenerle miedo”, afirmó. También dijo que en los lugares donde las pacientes reciben analgesia obstétrica gratis es donde menos se hacen cesáreas, como en Chile. “Es un derecho que debe tener la mujer”, aseguró, y remarcó que aquí se tiene que pagar. Además, dijo que otro planteamiento de la SGU es elaborar guías y protocolos para cada tipo de patologías en el parto, además de contar con una segunda opinión profesional en caso de cesárea. Señaló que la auditoría que prevé realizar el MSP está “muy bien”.

No es cosa nueva

Dentro de los Objetivos Sanitarios Nacionales 2020, que el MSP presentó en diciembre, se fijó como meta “mejorar el acceso y la atención de salud”. Entre otras cosas, este propósito tiene la intención de disminuir 10% las cesáreas evitables, porque la cifra actual de cesáreas es de 44,3%, el triple de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. En este sentido, Arribeltz aclaró que, aunque coinciden con el planteo del MSP, se malinterpretó la cifra de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que “está preocupada por mejorar los índices de mortalidad”. Sostuvo que la recomendación de la OMS es que en los países subdesarrollados haya entre 10% y 15% de cesáreas para disminuir las muertes, pero que después de 15% no hay pruebas que favorezcan la mortalidad, y sí la morbilidad. Según afirmó, esa cifra se tomó como estándar, pero, en realidad, “el porcentaje de cesáreas que se realizan en Uruguay es igual al de los países desarrollados de Europa”.