Hoy se cumplen siete años de la muerte de Alejandro Novo. Lo mataron en una rapiña en Barros Blancos. Tenía 30 años y repartía pollos. La madre de la víctima, Graciela Barrera, presidenta de la Asociación de Familiares y Víctimas de la Delincuencia, y el Ministerio del Interior recordaron el crimen, que aún permanece impune.

Barrera escribió una carta en la que manifestó su “necesidad de justicia y respuestas” y en la que exhortó a la ciudadanía a “colaborar” y denunciar. “Queremos y necesitamos saber quién fue, sin odios ni rencores, porque nada ni nadie te devuelve [al ser querido], pero deseamos respuestas. Hace siete años que las buscamos y esperamos. Tengo fe en que las tendremos”, asegura. Barrera espera que “las víctimas dejen de ser olvidadas” y que exista “una red a nivel nacional con políticas integrales”.

Barrera forma parte de la Comisión Honoraria del Patronato Nacional de Encarcelados y Liberados, y brinda charlas en la cárcel de Punta de Rieles con la intención de ayudar a reparar el vínculo entre la víctima y el victimario. “Si explicándoles quién soy y buscando soluciones con ellos logro que alguien se rehabilite y no dañe a una familia como dañaron la mía, misión cumplida”, dijo a la diaria. “Trato de hacerles ver que hay otra realidad, que se puede salir adelante. Nunca he tenido ningún tipo de inconveniente, siempre me han tratado con respeto”, aseguró. “Se asombran cuando les digo que soy madre de una víctima”, señaló. “Queremos demostrarle a la sociedad y al Estado que si se quiere ayudar al otro y si no hay burocracia, se puede”, afirmó.