El sirio Abd Hadi Omar Mahmoud Faraj -uno de los recluidos en Guantánamo, ahora residente en Uruguay- quedó libre el sábado, tras haber declarado ante el juez penal de 11° Turno, Roberto Timbal, por una denuncia de violencia doméstica realizada contra él por su esposa, el viernes. La mujer, que es uruguaya, fue analizada por un forense y también declaró en la sede judicial. No obstante, el juez sostuvo que no existían pruebas suficientes para probar las “agresiones” y dejarlo detenido, por lo que ordenó su libertad. El caso pasó a la unidad especializada en violencia doméstica y, mientras tanto, se dispuso una restricción de 300 metros durante 120 días para el sirio, según informó El Observador. En los próximos días se realizarán las pericias psicológicas pertinentes y se pedirá la comparecencia de testigos.
Sin pruebas
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