El consejo directivo del Colegio José Pedro Varela, que hace diez días emitió una carta en la que manifestaba “tranquilidad” a la “familia vareliana”, comunicó que cerrará definitivamente sus puertas. El anuncio se hizo ayer durante una reunión tripartita que la dirección del colegio mantuvo con el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep) y la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra).

El colegio aspiraba a acceder a una serie de créditos que le permitieran salir de la compleja situación financiera en la que se encuentra, pero las gestiones realizadas no tuvieron éxito. “No conseguimos el financiamiento, y no creemos que el colegio pueda solucionar el tema”, dijo ayer el abogado de la institución, Mario Moll, en diálogo con la diaria. “Hay una medida concursal y esto quedará abierto, entonces se irá a una recapitalización si alguien consigue el dinero necesario o, de lo contrario, a una liquidación para pagarles a los trabajadores, que son los principales acreedores”, explicó.

Los alumnos que ya habían pagado la anualidad en el Varela pasarán a engrosar las filas de estudiantes de la Escuela y Liceo Elbio Fernández. Esta institución también se quedará con las instalaciones del Varela en Ciudad de la Costa y absorberá a los alumnos y a más de 100 de los trabajadores de la sede de esa localidad. En total, se estima que el Elbio Fernández se quedaría con alrededor de 30% de la matrícula del Varela.

El secretario de asuntos laborales del Sintep, Sergio Sommaruga, dijo que durante la reunión con la Dinatra los representantes del Varela explicaron que no pudieron acceder al crédito que necesitaban, dado que algunas instituciones se lo negaron y otras plantearon condiciones de plazo y reembolso que fueron consideradas “inviables”. No obstante, Sommaruga criticó a las autoridades del colegio, ya que, a su juicio, tampoco hubo “voluntad” de su parte. “No presentaron la documentación ni generaron los instrumentos financieros contables para visualizar cuáles fueron las decisiones y acciones que llevaron a este desbalance, entonces estuvimos discutiendo siempre en el aire”, dijo el dirigente. “Veníamos dando la pelea por los puestos de trabajo, pero si los directivos no quieren continuar con la institución es muy complicado. Es como tener la soga al cuello y que te aten 100 kilos de piedras en los pies. Si alguien se quiere ahorcar, vos no podés hacer nada”, graficó. Moll respondió a estas declaraciones: “La voluntad nuestra es total”.

En tanto, Sommaruga también planteó su preocupación por los estudiantes que debían rendir exámenes en febrero. El tema será discutido en la próxima reunión tripartita, que se llevará adelante el viernes de la semana que viene.

El futuro del Varela podría cambiar de suerte en dos instancias. Una de ellas será hoy al mediodía en la Dinatra, en una instancia en la que participarán los representantes del consejo directivo de la institución, junto con padres y trabajadores de la institución. El director nacional de Trabajo, Juan Castillo, explicó que se convocó a este ámbito para ver si es posible “congeniar una propuesta” que permita dar respuesta a las “tres preocupaciones centrales”: “Que haya estabilidad laboral para los trabajadores, que haya comienzo de clase, tal como quieren los padres, y mantener el acuerdo al que la dirección del Varela había llegado con el Elbio Fernández”. La principal posibilidad pasa, según sostuvo Sommaruga, por una propuesta que presentará una comisión de padres para darle continuidad al funcionamiento del colegio. Además de esta instancia, el dirigente indicó que la asamblea de socios de la asociación que dirige el colegio será la que tenga la última palabra, tanto respecto del cierre de la institución como del acuerdo con el Elbio Fernández.

La institución tenía previsto enviar en un principio a sus 430 trabajadores a seguro de paro (aunque con el acuerdo con el Elbio Fernández, más de 100 serán absorbidos por esta institución), pero esta situación tiene una complicación adicional, porque no está permitido enviar a seguro de paro a los trabajadores docentes privados durante el mes de enero, debido a que es el mes de la licencia anual reglamentaria, informó Sommaruga, a menos que exista una autorización expresa. “En general, estamos de acuerdo con esta regla, pero en este caso se presenta un escenario atípico, por eso le pedimos una excepcionalidad al director nacional de Trabajo”, agregó. El sindicato pidió también una “segunda excepcionalidad”, debido a que, de lo contrario, los trabajadores que tienen más de un empleo (el 70%) no podrán acceder a este beneficio. La idea sería que los trabajadores recibieran “un seguro de paro parcial, por el porcentaje respectivo al salario del Varela, pero no al conjunto de la remuneración que recibe el trabajador”, dijo el dirigente. Castillo informó que los pedidos serán respondidos por el propio ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, el lunes, cuando se reintegre de su licencia.

Ayer la comisión de padres de alumnos del Colegio emitió un comunicado cuestionando la decisión de la comisión directiva. “No se trata de una solución sino una simple transacción comercial, realizada a espaldas de padres y funcionariado de la institución. Esto constituye un grosero nuevo error, en línea con los que han llevado al colegio a la actual situación”, se sentencia allí.