La posibilidad de que el trágico cierre del colegio José Pedro Varela se revierta depende en buena medida de lo que ocurra mañana, cuando una delegación de la Comisión de Padres de Alumnos de la institución presente ante una asamblea de la Sociedad Uruguaya de Enseñanza (SUE) su “preproyecto” de reestructura y financiación del colegio. La SUE es la organización social que tiene la última palabra en las decisiones que toma el colegio y, por tanto, la que deberá decidir definitivamente si convalida el cierre de la institución y el acuerdo firmado con el colegio Elbio Fernández.
Por lo pronto, la Comisión de Padres busca hacer todo lo posible para que la SUE no apruebe ninguna de las dos acciones. Eso quedó más que claro en un comunicado que los padres emitieron el jueves de noche, en el que dejaron clara su opinión de que el acuerdo con el Elbio Fernández “no se trata de una solución, sino de una simple transacción comercial, realizada a espaldas de padres y del funcionariado de la institución”. A juicio de los padres, se trata de un “grosero nuevo error, en línea con los que han llevado al colegio a la situación actual”. La comisión también sostiene que el colegio “es viable en su totalidad”.
La comisión directiva decidió dejar abierta la posibilidad de que el colegio continúe funcionando el viernes, tras una reunión en la Dirección Nacional de Trabajo junto con trabajadores y padres. Concretamente, el colegio dejó de lado su propuesta de llevar la empresa a liquidación y habilitó la fase de concurso, en miras a la eventual propuesta que presentarán los padres. “La solicitud de cierre se va a suspender. Vamos a entrar en concurso, y si llegan los fondos, el concurso seguirá funcionando”, dijo el abogado del colegio, Mario Moll, el viernes.
æå+Toda la tensión*
Mañana, cuando se reúnan la Comisión de Padres y la SUE, en las afueras del colegio coincidirán varias convocatorias (de padres, ex alumnos, trabajadores y hasta estudiantes), con un mismo objetivo: evitar el cierre de la institución. Aldo Ford, integrante de la Comisión de Padres, dijo que el preproyecto implica una “reestructura en todo sentido”, aunque no adelantó los detalles financieros de la propuesta. “La calidad educativa no es algo que se negocie, cualquiera sea la salida”, adelantó. Uno de los problemas de la institución es que, al visibilizarse la crisis, la emigración de alumnos hacia otros centros educativos no hizo más que acrecentarse. Moll estimó que la sangría en la matrícula ronda entre los 200 y los 250 estudiantes. “Si cada vez tenés menos alumnos, vas a necesitar menos docentes”, acotó Ford, quien, sin embargo, sostuvo que la propuesta de los padres es “integral” y apunta a mantener en funcionamiento las instalaciones en el centro y su sucursal en Ciudad de la Costa. “Cualquier colegio con un patrimonio tres veces mayor a su deuda es viable y tenés capital más que suficiente como para responder a esta coyuntura; que falte flujo de caja es otra cosa”, dijo.
Según Moll, para que el colegio funcione se necesitan 1.500.000 dólares, sin tener en cuenta la sangría de alumnos, lo que haría que la cifra ascendiera a por lo menos 2.000.000. El número, sin embargo, es discutido por los padres. Ford apuntó a reconsiderar las opciones de préstamos del colegio.
En tanto, los ex alumnos se reunirán hoy en el gimnasio del colegio, para encontrar formas de contribuir con la situación. El encuentro será para “plantear, analizar y decidir qué tipo de aporte y acciones concretas pueden adoptar los ex alumnos en su conjunto y también en forma personal”. Una delegación de los padres estará presente y realizará un adelanto del preproyecto.