¿Cuál es tu rol en la biblioteca?

-Soy el monitor de la parte de música en la comunidad educativa. Dentro del gremio soy de los fundadores, el tesorero y el encargado de la comunicación de Asepril. Lo que buscamos, sobre todo, es defender y lograr cambiar la parte educativa dentro del Comcar y dentro del sistema penitenciario en general, porque es lo único que puede llegar a causar la utopía de la rehabilitación. Ya lo dijo el comisionado parlamentario, Juan Miguel Petit: se puede rehabilitar un hueso, pero una persona lo que necesita es reeducarse, resociabilizarse, conocer y encontrar más puertas. Lamentablemente, hay gente que está acá porque no conoce otra cosa, no se le dio otra oportunidad. La cultura y el acceso a la información te muestran otras puertas, otro ámbito. Acá, en el centro educativo, no hay violencia, ¿dónde está? Es más, hay gente que habla distinto acá que en el módulo.

¿Todos tienen la posibilidad de unirse a este ámbito?

-El sistema penitenciario, hoy por hoy, se ha transformado en un depósito de gente. No nos sirven para la sociedad y los metemos para adentro; esto es como una ciudad, hay casi 4.000 personas, y dentro de la comunidad educativa vas a encontrar menos de 5% de los reclusos. Es porque no tiene capacidad locativa, esto tendría que ser mucho más grande, pero el sistema no quiere cambiar la situación; no le sirve. En los módulos hay gente hacinada, una habitación que fue creada para dos o tres personas tiene a diez o 12 adentro. Es obvio que en ese ámbito va a haber violencia, es obvio que una persona sale peor de lo que entró. Afuera se dice que las cárceles son la universidad del delito, pero si le agregás que te hacinan con 12 personas, tenés que golpear para tener luz, no tenés agua para bañarte, la comida está en condiciones deplorables... ¿Qué te da como resultado? Violencia.

¿De qué trabajabas afuera?

-Era comunicador en todos los medios de comunicación. Manejaba prensa en general.

¿Hace cuánto estás acá?

-Un año y cinco meses; todos cometemos equivocaciones. Todos podemos cometer errores, y a todos nos pueden acusar de cometer errores. Espero que me quede poco; yo pienso que voy a salir mejor porque me logré adaptar, a esto nunca te acostumbrás. Al poco tiempo ya estaba dando clases de música acá, pero llega un momento dado que el sistema busca cerrarte la puerta, y vos tenés que buscar la manera de salir.