Lo que en principio parece ser un malentendido entre el gobierno y la oposición no sólo logró generar un nuevo foco de tensión entre ambas partes, sino también poner en aprietos a la interna del Partido Nacional (PN).

El problema radica en la venia de uno de los tres cargos de directores de la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep), convertido durante el actual período de gobierno en un servicio descentralizado. Los cargos deben ser aprobados por tres quintos de la Cámara de Senadores, pero la oposición se niega a aprobar tanto el nombre propuesto en su representación como los demás, debido a que el PN argumenta que ese nombre no fue propuesto por su partido, sino por el Poder Ejecutivo.

Entre los directores de este servicio descentralizado, el gobierno incluyó a la ex diputada nacionalista Matilde Rodríguez Larreta, mientras que los blancos aspiraban a que continuase en el cargo Carlos Soares de Lima. En solidaridad con la situación, el resto de la oposición dejó la sesión del Senado sin cuórum el miércoles 12, y ayer volvieron a insistir en la postergación del asunto hasta que vuelva de China el presidente Tabaré Vázquez.

Cuando comenzaron las negociaciones, a inicios de 2015, ese lugar en principio no había sido incluido en la lista de cargos en los que iba a participar la oposición, en la medida en que el gobierno no pensaba cambiar la integración del ente. Esa decisión implicaba, en los hechos, dejar a un integrante del PN en la dirección de la Jutep: a Soares de Lima, quien ocupaba ese cargo desde 2010. Por lo tanto, el cargo finalmente fue incluido en la bolsa de lugares en los que estaría representada la oposición, a efectos de poder negociar entre los partidos que la componen. En la interna blanca, el cargo le fue asignado a Todos, el sector encabezado por Luis Lacalle Pou, debido a que Soares de Lima es integrante de la agrupación que encabeza el ex senador Sergio Abreu.

Pero este año el gobierno decidió cambiar las autoridades de la Jutep. El 12 de setiembre envió tres nuevas venias para su tratamiento legislativo; estas en los hechos no sólo significaban el recambio del presidente y el vicepresidente del organismo, sino también de Soares de Lima, a quien se propone sustituir por Rodríguez Larreta. Las otras venias son la de Ricardo Gil Iribarne como presidente de la Jutep y la de Daniel Borrelli como vicepresidente.

“No se respetó el procedimiento normal de un acuerdo. Hay un lugar para el PN en la Jutep y le correspondía al grupo Todos poner un nombre”, dijo el senador Guillermo Besozzi, que al igual que Rodríguez Larreta integra Alianza Nacional (AN), el sector nacionalista encabezado por el senador Jorge Larrañaga. El legislador se encargó de dejar en claro que el nombre de Rodríguez Larreta no está en cuestión, pero quien debía elegirlo era el sector mayoritario del PN y no el gobierno. Como consecuencia de ello, lo que se hizo “no es válido”. En tanto, el diputado Jorge Gandini (AN) dijo que el nombre de Rodríguez Larreta “es prestigioso y no queremos negarnos”. “El tema es que el presidente tiene un papel firmado por todos los partidos y no respetó ese acuerdo original. Alguna razón tendrá, y se va a consultar con él”, agregó.

Desde el Frente Amplio, el senador Leonardo de León dijo que “la derecha sale de sala porque no están de acuerdo con Matilde [Rodríguez Larreta]. Eso lo decide el presidente de la República”. En tanto, fuentes de Presidencia descartaron que haya habido mala fe a la hora de enviar la venia.

Consultada por la diaria, Rodríguez Larreta sostuvo que nunca le solicitó a nadie ocupar ese cargo, sino que en setiembre fue contactada por la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, quien se lo ofreció. “Me sentí muy honrada de que el presidente pensara en mí para ese cargo”, sostuvo.

Rodríguez Larreta dijo que tras la negativa de la oposición a votar la venia el miércoles, el presidente del Honorable Directorio del PN, Luis Alberto Heber, se apersonó en su casa y le comentó que se iba a buscar la forma de que su nombre fuera propuesto por el PN y no por el gobierno.

La decisión, explicaron fuentes del Directorio, no es nada fácil en la interna blanca, teniendo en cuenta, por un lado, el peso de Rodríguez Larreta y, por otro, que Soares de Lima es el único representante en cargos de gobierno de la agrupación de Abreu. Sin embargo, el ex senador nacionalista se desentendió del tema al ser consultado por la diaria: “Que se arreglen. Ese es un tema del partido. Con lo que yo estoy molesto es con la gestión del gobierno”.

Sí salió

En cambio, el Senado sí le dio sanción definitiva, por unanimidad, al Fondo Social Metalúrgico, fruto de un acuerdo entre la Unión Nacional de Trabajadores Metalúrgicos y Ramas Afines (UNTMRA), la Cámara Metalúrgica y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en la ronda de Consejos de Salarios de 2011. El objetivo de este fondo es ampliar la cobertura de beneficios sociales de los trabajadores, incluyendo la asistencia odontológica y otros planes de salud “no cubiertos por el Seguro Nacional de Salud”, además del turismo social, la mejora en la educación del trabajador y su familia y “otros rubros de análoga importancia social”, destaca la exposición de motivos de la norma.

El fondo contará con una personería jurídica propia y un directorio de cuatro integrantes: dos elegidos por la Cámara Metalúrgica y dos por la UNTMRA. La presidencia cambiará anualmente y rotará entre trabajadores y empresarios. El fondo se financiará con aportes tanto de patrones como de trabajadores. Todos los empleadores comprendidos en los subgrupos estarán obligados a inscribirse en este fondo y deberán presentar una declaración jurada mensual con sus datos y los de los trabajadores.