El ex recluso de la cárcel de Guantánamo Jihad Diyab, que el 19 setiembre había aceptado volver a tomar líquidos, vuelve hoy a la huelga seca, según anunció el viernes en una conferencia en su casa. Lleva ya 52 días sin comer. “Me encuentro en un proceso donde los gobiernos de Uruguay y Estados Unidos están comprando tiempo [...] Cuando todavía estaba en Guantánamo, el gobierno de Uruguay mandó un representante para comunicarse conmigo. Me prometió que iba a reunirme con mi familia al llegar a Montevideo. Los musulmanes consideramos que uno debe ser fiel a su palabra, y el gobierno de Uruguay no ha sido fiel a su palabra”, dijo, en alusión a Christian Mirza, su nexo con el gobierno.

En declaraciones a CNN, Diyab dijo que el gobierno venezolano le dio la posibilidad de reencontrarse con su familia o llevarla a “vivir en paz” en Venezuela, pero que el plan fracasó por presiones de los gobiernos de Uruguay y Estados Unidos, y agregó que cuando fue capturado en Venezuela, las autoridades creían que era “un criminal peligroso con documentos falsos”. “Los agentes de inteligencia me dijeron exactamente: 'La información que tenemos de Uruguay es que es un hombre peligroso y tiene pasaporte falso'”.