El 13 de octubre, exactamente un mes antes de la fecha prevista, el intendente de Montevideo, Daniel Martínez, anunció un aumento del boleto para quienes paguen en efectivo, aunque para la comuna se trata de una “diferenciación” para incentivar el uso de la tarjeta del Sistema de Transporte Metropolitano (STM). El plan anunciado por la Intendencia de Montevideo (IM) incluía también la incorporación de nuevos puntos de venta y recarga de la tarjeta, ya que hasta el momento había 45 en funcionamiento, que dependían de las empresas de transporte. A partir de este mes se incorporaron locales de la red de cobranzas Abitab y Cafidur (locales de la Banca de Quinielas), y se llegó a 600; el plan es que al 1º de noviembre haya 900 y que a fin de año se alcancen los 2.500, dijo a la diaria Máximo Oleaurre, director de transporte de la IM. Los locales habilitados se pueden consultar en ladiaria.com.uy/ULx.
El anuncio generó rechazos. Ayer, el edil blanco Javier Barrios envió a la prensa un comunicado calificando la medida de “impopular”: “El Intendente nuevamente se equivoca en sus decisiones, si lo que pretende es estimular el uso de la tarjeta STM, debió anunciar un descuento para los usuarios de la misma [...] O sea, mantener el precio del boleto en $28, y para aquellos que lo adquirieran vía STM, el valor del mismo fuera de $25, por ejemplo”.
La Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (UNOTT) tampoco vio con buenos ojos la medida. “Nosotros sabíamos de la intención que tenía la IM de hacer este tipo de aumento diferencial, pero no sabíamos que el alcance iba a ser tan grande. Nos parece que el aumento de dos pesos no estaría contribuyendo al objetivo, y puede llegar a atentar contra la estabilidad de los trabajadores, incluso generando un malestar con los usuarios, que manifiestan el malestar y recriminan al guarda y al conductor. Queremos dejar en claro que todo proceso debe ser con el consenso de todas las partes”, dijo a la diaria José Fazio, dirigente del sindicato. Representantes de la UNOTT plantearán hoy el tema en una reunión con Martínez, que ya estaba prevista para hablar de los subsidios que la IM otorga a las empresas de transporte. El sindicalista agregó: “Entendemos, como trabajadores, que no debe ser una dádiva que se les otorga a las empresas; es un estímulo que se usa para la población más necesitada, una política de Estado para favorecer al que vive más lejos, al jubilado, al estudiante”.