El presidente Tabaré Vázquez, de visita oficial en China, tuvo varias actividades ayer. Estuvo en Tang-shan, en la provincia de Hebei, y se reunió con el gobernador de la provincia, Zhang Qingwei, entre otras autoridades. Allí centró su exposición en el Plan Nacional Estratégico de Infraestructura, convocando a empresarios chinos a invertir en el país. El presidente contó que el plan de obras implica un total de 12.500 millones de dólares y que, para concretarlo, “dadas las dimensiones de Uruguay y sus posibilidades económicas, apostamos fuertemente a radicar inversiones extranjeras en nuestro país”.

Luego explicó “qué tiene para ofrecer Uruguay”. Detalló primero la imagen que tiene el país a nivel internacional: destacó que es visto “como un país serio, responsable, un país que cumple y honra sus compromisos”, con “gran estabilidad política, social y económica”, que es reconocido como “el país de más baja corrupción de América”, por su seguridad jurídica y por ser el país “más seguro de toda América Latina”. “Quien vaya a invertir en Uruguay no necesita más que seguir los caminos establecidos, y no necesita ir con guardaespaldas”, aseguró Vázquez. También enumeró los beneficios que tienen los inversores extranjeros: “una ley de inversiones realmente importante, seria”; “estímulos fiscales, el inversor extranjero es tratado de la misma manera que el inversor nacional, el inversor extranjero tiene derecho a repatriar sus ganancias, si reinvierte en el país tiene estímulos importantes”. Además, Vázquez dijo que Uruguay tiene más de 30 acuerdos bilaterales de protección de inversiones y para evitar la doble tributación, entre otros países, con China.

El presidente uruguayo comparó el Plan Nacional Estratégico de Infraestructura con el cambio de la matriz energética promovido durante su primer gobierno: “Uruguay dependía del barril de petróleo y su precio y de las lluvias para generar energía hidráulica. Todas las mañanas, cuando me levantaba, lo primero que miraba era cuánto costaba el barril de crudo. Cuando llegamos al gobierno, el barril costaba 46 dólares; al año y medio costaba 152 dólares”, recordó el presidente sobre el período 2005-2010, y mencionó que el sobrecosto energético llegó a ser de 500 millones de dólares, por lo que se planteó un plan de modificación de la matriz energética. “Ya no dependemos tanto -o casi nada- del petróleo ni del clima”, destacó Vázquez, y dijo que actualmente 70% de la generación eléctrica proviene de fuentes renovables. El cambio en la matriz energética “es el ejemplo que nos entusiasma para proponer y mostrar lo que queremos hacer con la infraestructura en Uruguay”, comparó. “Aspiramos a que Uruguay sea el hub de China hacia América Latina”, concluyó el presidente, acompañado por el canciller Rodolfo Nin Novoa, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, el de Economía y Finanzas, Danilo Astori, y la de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse.

Ayer, además, Vázquez dio una clase magistral en la Universidad Tsinghua, de Pekín, sobre el tabaquismo y las políticas públicas impulsadas en Uruguay para disminuirlo.