Tal como sucedió la semana pasada, el ministro interino de Economía y Finanzas, Pablo Ferreri, informó ayer, al finalizar el Consejo de Ministros en la Torre Ejecutiva, sobre la firma de dos proyectos que procuran “promover la actividad económica en momentos de desaceleración”: uno que otorga “certezas” a la compraventa de granos a futuro y otro que beneficia con exoneraciones tributarias a “proyectos de construcción de viviendas de gran envergadura”.

El primero de los proyectos que remitirá el Poder Ejecutivo al Parlamento busca “estimular la utilización de instrumentos financieros derivados” -lo que se conoce habitualmente como mercados de futuros- para “dar respuesta al incremento de riesgos que deben asumir las empresas en la realización de sus negocios”.

Estos instrumentos son utilizados fundamentalmente en el mercado agropecuario, particularmente en el comercio de granos. Ferreri sostuvo que “hoy por hoy no hay un marco tributario específico para este sector de actividad” y que por eso, el proyecto de ley pretende “dar certezas a la actividad”.

Según dijo, participaron en la discusión previa a la redacción el Banco República, el Banco Central, la Cámara Mercantil, la Bolsa de Valores de Montevideo, la Bolsa Electrónica de Valores, la Universidad de la República y la Asociación de Bancos Privados.

Un segundo proyecto busca atraer la construcción de proyectos de vivienda, sean para uso permanente o esporádico, a efectos de estimular el empleo en el sector, que ha perdido ya unos 20.000 puestos de trabajo en los últimos años. “En momentos de desaceleración económica es importante contribuir para el dinamismo de la actividad”, afirmó el ministro interino.

La estrategia elegida es la aprobación de los emprendimientos por medio de la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones entre la fecha de promulgación del decreto y el 31 de diciembre del año que viene, a efectos de que la obra sea ejecutada “en un 50%, al menos” antes de fines de 2019. La fijación de esta “ventana temporal” obedeció a que este tipo de proyectos requiere un plazo de construcción de aproximadamente 30 meses; la intención, también, es que se ejecuten en un período de “menor nivel de crecimiento económico”.

Los beneficios son los ya incluidos en el régimen de promoción de inversiones. Por un lado, la exoneración de tributos en la importación de equipos, máquinas y materiales destinados a la obra, y siempre que hayan sido declarados no competitivos con la industria nacional. Asimismo, la exoneración del Impuesto al Patrimonio por ocho años si la vivienda es en Montevideo y durante diez si es en el resto del país.

También se autoriza el retorno de una parte del Impuesto a las Rentas de las Actividades Empresariales a cuenta de pago si la inversión supera los 15 millones de dólares. En caso de que la inversión sea menor a 25 millones, el beneficio corresponderá a 20% del monto invertido; si esta se ubica entre 25 y 35 millones, corresponderá a 25%, y si supera los 35 millones, a 30%.

También se expresa que “al menos el 20% de la obra construida” esté destinada a servicios de uso común, con la finalidad de “generar empleos permanentes”.

En la ronda de preguntas de la conferencia de prensa, Ferreri fue enfático al señalar que las medidas son para estimular la economía y acercarse a los niveles de crecimiento alcanzados en años anteriores. “Uruguay no está en crisis. Uruguay ha atravesado en los últimos años el período de crecimiento económico más importante de su historia contemporánea. En estos últimos dos años ha tenido un nivel de crecimiento económico menor que el que venía teniendo en la última década, pero Uruguay no ha dejado de crecer, por lo tanto, podemos hablar de un momento de menor crecimiento económico”, dijo Ferreri ante una pregunta. El ministro interino agregó que “sí entendemos necesario que hay que retomar un mayor dinamismo económico”.

Cumplido

En otro orden, el titular del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, fue consultado por el conflicto en Riogas, a lo que respondió que sindicato y empresa volvieron a negociar y que tanto el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) como la Unidad Reguladora de los Servicios de Energía y Agua (URSEA) están haciendo un seguimiento “en relación al cumplimiento del decreto que propone que cualquier empresa envase garrafas de otra”. Murro también respondió sobre declaraciones de los distribuidores de Riogas, que se oponen a dicho decreto. “Se ha dialogado con los distribuidores. No es cierto que no se ha dialogado, y además en Uruguay hay autoridades: el MIEM y la URSEA han dispuesto por decreto y en beneficio de la población, que es lo que nos interesa, más allá del interés de una empresa, el tratar de facilitar que haya una mayor accesibilidad a las garrafas”, expresó.

Finalmente, con respecto a la declaración de esencialidad de los servicios del Hospital Piñeyro del Campo, luego desocupado por decisión de los trabajadores, informó que “no hay ninguna negociación” por el momento. Murro defendió el decreto de esencialidad como “totalmente justificado”, con “razones fundadas y en beneficio de los pacientes internados, en general personas de edad avanzada y en situación vulnerable”. Según el ministro, tanto el Ministerio de Salud como la Administración de los Servicios de Salud del Estado constataron “carencias sustantivas en la atención de esos pacientes” y por eso se firmó la esencialidad. Además, Murro dijo que ya tenía firmada la nueva solicitud de desocupación, pero “felizmente se pudo hacer una desocupación voluntaria y no hubo que apelar a la fuerza del Ministerio del Interior, con el que ya habíamos coordinado porque las declaraciones de esencialidad son para cumplirse”.