La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) revisó a la baja las proyecciones de crecimiento de la actividad económica de la región para este año, esperando ahora una contracción promedio de 0,9% en América Latina y el Caribe, aunque el caso de Uruguay se toma como una excepción a esta tendencia.

Para nuestra economía proyecta un crecimiento -de los más magros de la región- del orden de 0,6%, mientras que para el año que viene prevé que se doble la producción interna, en línea con el repunte general de la dinámica económica regional, que en promedio crecería 1,5%, producto de una mejora en los precios de las materias primas, así como de un mayor crecimiento de los socios comerciales de los países de la región.

Según el organismo multilateral, se requiere un mayor dinamismo en la inversión y un incremento en la productividad para sostener el mayor crecimiento esperado en 2017. En este contexto “la inversión en infraestructura y en innovación tecnológica deben jugar un papel primordial”, se afirma en un comunicado divulgado ayer.

También se señala la importancia de la inclusión de políticas que “mantengan la inversión social y productiva” en un marco de ajustes fiscales “inteligentes”, y se hace hincapié en la sostenibilidad ambiental, “con políticas de inversiones públicas y privadas coordinadas en distintas áreas para redefinir los patrones energéticos, de producción y consumo, basados en el aprendizaje y la innovación”.