150 kilos de yerba mate por mes se vuelcan en la vermicompostera que ayer presentó la Facultad de Química de la Universidad de la República. El servicio universitario tiene un sistema de gestión ambiental que abarca a todos los residuos, a los que se les da un destino “ambientalmente adecuado y cumpliendo con la legislación”, explicó a la diaria Rocío Guevara, docente y referente ambiental de la Unidad de Sistemas Integrados de Gestión de la facultad. Pero desde hace unos años comenzaron a buscarles un destino a los residuos comunes y descubrieron que la mayor parte del volumen de residuos húmedos orgánicos estaba compuesto por yerba. Entonces, con la ayuda del Centro Uruguay Independiente, una organización no gubernamental especializada en el vermicompostaje con lombrices hecho sólo con yerba mate, montaron una compostera en un patio interior de la facultad.

Después de lograr concientizar a los tomadores de mate, una vez por semana juntan lo que la gente tiró en recipientes y lo vuelcan en la compostera. Ya sacaron la primera tanda de compost, cuyo destino serán los jardines de la facultad. Se trata de un cantero elaborado con materiales reciclados de la propia facultad, en donde se vuelca la yerba mate. La yerba se mezcló en principio sólo con un compost original donado y después todo el trabajo lo hacen las lombrices del tipo Eisenia foetida, aunque además hay un proceso microbiológico que está actuando en el momento”, añadió Guevara.