Durante 2015 abortaron 9.362 mujeres por medio de los servicios que funcionan en las instituciones de salud, cumpliendo con la Ley 18.987 de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), vigente desde fines de 2012. Los datos fueron difundidos ayer por el Ministerio de Salud (MS) y surgen de la información proporcionada por las instituciones de salud. Ana Visconti, responsable del Área Programática de Salud Sexual y Reproductiva del MS, explicó a la prensa que en 2015 hubo un “leve aumento” respecto de 2014, y que si bien no se puede hablar de una tendencia, porque es una ley que sólo tiene tres años, “sí podemos decir que parecería que tiende a ir hacia una meseta”. En 2014 hubo 19% más de abortos que en 2013.

Visconti consideró que “alguien puede plantear que están aumentando las interrupciones voluntarias del embarazo” pero que eso “no lo podemos plantear”, afirmó, recordando que estimaciones de 2002 indicaban que en Uruguay se producían entre 16.000 y 33.000 abortos al año. “Estamos muy por debajo, por eso pensamos que ha aumentado el número de registros: porque las mujeres hacen ejercicio de su derecho y confían en el servicio. Antes, si concurrían, eran denunciadas y muy estigmatizadas; en cambio, ahora están confiando y están recurriendo a realizarse una interrupción voluntaria del embarazo en su sistema de salud”, valoró.

En estos tres años de aplicación de la ley se confirma que el método más indicado es el farmacológico, y que menos de dos de cada diez mujeres que han recurrido a la IVE son adolescentes. En los primeros años los abortos que se hacían en el interior del país eran bastante menos que los de Montevideo. Visconti comentó al respecto que en aquel momento “se planteó que posiblemente las mujeres concurrían a Montevideo para no ser identificadas en la región donde vivían”, pero “ahora se está aproximando más Montevideo con el interior”.

Dos de tres mujeres que interrumpieron su embarazo (64,8%) concurrieron a la consulta posaborto, la cuarta y última de la serie de consultas establecidas por la ley; esa instancia es importante para evaluar si la interrupción fue completa y no hubo complicaciones, y para ofrecer “un método anticonceptivo seguro y eficaz”, reafirmó Visconti. De las mujeres que concurrieron a la consulta posaborto, 86% se retiró con un método anticonceptivo, resaltó. Esto es importante para evitar nuevos embarazos no deseados. El MS no cuenta con datos de cuántas de las 9.000 mujeres ya se habían hecho antes un aborto; Visconti dijo que se trabaja en un nuevo sistema de información y que ese dato se solicitará a las instituciones de salud.

El MS tampoco sabe cuántos ginecólogos son objetores de conciencia, ni cómo afectan la disponibilidad del servicio. Visconti aclaró, de todos modos, que las instituciones están obligadas a “tercerizar” o “complementar” el servicio, coordinando el traslado de la mujer, sin que eso signifique un costo económico para ella.