Un hecho poco usual como la aparición de excrementos y orín en el salón de 3º D de ciclo básico, en reiteradas ocasiones, en el transcurso de pocos días fue el detonante de una situación que se arrastra desde hace mucho tiempo en la Escuela Técnica de Colonia del Sacramento. La misma situación que llevó a que en el transcurso de este año el centro fuera ocupado dos veces en menos de un mes, por sus trabajadores primero y luego por los estudiantes, en reclamo de mejoras edilicias. Continúa, por ejemplo, sin tener puertas en algunos de sus salones (ver la diaria del 6/5/16 y del 3/6/16).

Durante la mañana del jueves, varios estudiantes de ciclo básico se movilizaron en el edificio de la UTU con intenciones de ocuparlo, “pidiendo no sólo por lo que está pasando en nuestro salón, sino por todo el edificio de la UTU”, según manifestó a la diaria Sofía Bonavetti, una de las delegadas estudiantiles. Los estudiantes, además, siguen reclamando por la mala comunicación con la directora del centro, quien se encontraba de licencia médica en esos días, pero señalaron que, a pesar de que finalmente la medida de ocupación no se llevó a cabo, recibieron el apoyo tanto de algunos docentes y de padres como de las dos subdirectoras interinas. Ese mismo día se hizo presente el inspector regional del Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP), Mario Capello. “El inspector estuvo viendo, recorriendo. Le dijimos que fuera a ver a los baños, que es un lugar en el que estamos pidiendo mejoras”, contó Sofía.

En la mañana del viernes, Capello se reunió con una veintena de delegados estudiantiles, algunos docentes y padres, quienes le trasladaron toda clase de reclamos. Consultado al respecto, el inspector manifestó que los estudiantes “demandan varias cosas, entre las que se destaca el llamado a licitación de las obras de los baños, la cocina, todo lo relacionado con sanitaria”. “Se están reparando las puertas, con fondos de la Comisión de Fomento. Si bien se hicieron reparaciones importantes, ellos consideran que no son suficientes”, dijo. Además, hizo hincapié en que “los chiquilines demandaban un poco más de intercambio, de escucha, de contemplar su opinión”.

“La escuela va a tener un cambio a partir del 1º de marzo, con un equipo de dirección nuevo, pero la idea es no esperar al 1º de marzo, sino trabajar ya para mejorar en todos los aspectos: en lo edilicio, en la comunicación, en la atención a la comunidad”, anunció el inspector. “Lo urgente es el abastecimiento de agua, el desagüe y los baños en todos los sectores, y eso se licita ahora”, dijo en referencia a la licitación abreviada 45/2016 del CETP, “para realizar la adecuación de los baños y la cocina”, cuyos sobres se abrirán el 5 de diciembre.

Otra parte de la obra, la adecuación de la instalación eléctrica, depende del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública y podría comenzar en breve, aunque todavía no se puede establecer una fecha. La instalación eléctrica en mal estado, sumada a que los salones se inundan cuando llueve, es una de las preocupaciones centrales de los estudiantes, que denuncian que es habitual que reciban “patadas”.

“Lo eléctrico es un lío, porque son una madeja de cables que no se sabe para dónde van. Han venido [técnicos] a evaluar si es posible hacer arreglos con un grupo de estudiantes que trabajan de manera excelente con el docente, pero por un tema de seguridad y responsabilidad no correspondía que lo hicieran ellos”, comentó Karina Mautone, la subdirectora de bachillerato, quien destacó que los estudiantes “hicieron reformas en todos los talleres, que terminaron este último mes”, por medio de un proyecto en el que trabajaron todo el año.

Todas las luces del taller de mecánica automotriz, así como el cableado a nuevo y los tableros de electricidad (apegado a las normas de seguridad establecidas), fueron hechas por los estudiantes de bachillerato de Instalaciones Eléctricas y de Mantenimiento Industrial. Otros estudiantes que cursan ciclo básico están arreglando los bancos junto con su profesor de Tecnología. “A pesar del malestar, han pasado cosas buenas y se han hecho cosas”, expresó Mautone mientras recorríamos los talleres. “Duele un poco todo lo que no está pasando, porque en realidad se ha hecho mucha cosa y a veces los gurises te dicen ‘no se ha hecho nada’. Está bien que la vamos remando contra la corriente, pero se han hecho cosas”, agregó.

Rossana Méndez es la subdirectora de ciclo básico. “Más allá de que es importante la parte edilicia, sobre todo por la seguridad de los alumnos, también es importante el aprendizaje de ellos. En ese sentido, hay que reconocer que, dentro de todo, en esta escuela se han cubierto las horas de todos los alumnos, se ha trabajado con equipos multidisciplinarios para atender situaciones de alumnos que vienen con muchos conflictos. Una se involucra: me ha tocado incluso ir con ellos al hospital”, contó. Algunos salones, a diferencia de lo que ocurría unos meses atrás, lucen pintadas artísticas. Se nota un empeño de los docentes y los estudiantes por mejorar la situación. Pero no todo depende de ellos y su voluntad. Como dijo una de las subdirectoras: “Nosotros estamos acá en lo cotidiano, surgen necesidades que a veces son urgencias, pero los tiempos de Montevideo son otros”, en referencia a la licitación que solucionaría parte de los problemas.

Por lo pronto, mañana entre las 10.00 y las 12.00 los representantes de las empresas que se presentan a la licitación recorrerán la escuela junto al arquitecto del CETP Gerardo Taroco.