La Pasiva de Rivera y Soca, en Montevideo, está ocupada desde el domingo por sus trabajadores. Alfredo Pérez, mozo del local, dijo a la diaria que están ocupando “porque no aparece la plata de los despidos” y temen que los dejen sin la posibilidad de entrar al local. Según Pérez, hace dos meses que la llave se vendió y los trabajadores se enteraron el jueves, sólo tres días antes, de que el restaurante cerraría el domingo. Desde que recibieron esa noticia se mantuvieron en guardia por la noche, y desde el cierre mantienen el local ocupado. “Siempre estuvieron al día, nos pagaron en fecha y las condiciones eran buenas. Pero eso fue así sólo hasta que cerraron: ahora la plata no aparece”, contó el trabajador. Dijo que tenían “buen trato” con los dueños, Guillermo Álvarez y Ricardo Bugarín -ambos procesados sin prisión en 2006 por el delito de defraudación tributaria en carácter de “continuado”, tras el escándalo de evasión fiscal de La Pasiva-, pero que los llamaron a una reunión la semana pasada y “no reconocían la venta”.

Según explicó al portal del PIT-CNT Fernanda Aguirre, integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT y secretaria general del Sindicato Único Gastronómico y Hotelero del Uruguay (SUGHU), “los trabajadores solamente aceptan que se les pague, como corresponde, el despido, y punto: no hay que andar con vueltas”. En el local trabajaban 23 personas. Según la sindicalista, en este caso no se trata de “falta de capital”, sino de una venta por motivos empresariales. El presidente de SUGHU, Jorge González, dijo a la diaria que ayer mantuvieron una reunión con el abogado de la empresa y que hay una “aproximación” que dejó “todo encaminado” para que el conflicto se resuelva hoy.