¿Qué tienen en común la asociación del fútbol colombiano (Dimayor), la del fútbol chileno (ANFP) y la NBA del básquetbol estadounidense? El manejo de los derechos sobre la transmisión de sus torneos y espectáculos deportivos, negociando directamente con los canales de televisión (incluso la producción y emisión de canales propios, como en Chile) y llevando su comercialización al exterior sin intermediarios. La razón es simple: el máximo aprovechamiento propio de los recursos generados por un deporte convertido en negocio.
Mientras tanto, los jugadores profesionales en Uruguay “despertaron” y afirmaron que “es necesario luchar para evitar que la enorme mayoría de los beneficios que genera el fútbol uruguayo quede en manos de intermediarios o de terceros, personas y empresas que no son los reales protagonistas de nuestro fútbol”. Resulta oportuno, entonces, ver qué está sucediendo.
Lo que gana la AUF
El ingreso de dinero que recibirán en 2016 los clubes de la AUF (se incluye Primera y Segunda División profesional) por la cesión de los derechos de transmisión de los torneos del fútbol uruguayo alcanzaría los 10.500.000 dólares americanos anuales.
La cifra surge de considerar dos contratos de exclusividad firmados con la empresa Tenfield: uno de ellos en dólares, y un contrato en pesos aprobado por una asamblea de la AUF en 2012 y que inicialmente se extendía hasta diciembre de 2021. En agosto del año pasado una asamblea extraordinaria aprobó su extensión hasta 2025, aceptando una ampliación del monto acordado con pago retroactivo al 1° de julio de 2015.
El contrato en dólares -que vence este año y estaba incluido con el contrato de derechos de la selección nacional- implica un aporte de unos 3.820.000 dólares anuales o 109 millones de pesos al año (según estimación de Tenfield).
El contrato de 2012, actualizado por el Índice de Precios al Consumo (IPC), supone un ingreso anual complementario de otros 4.709.412 dólares en 2016. Esto surge del pago de 14 cuotas cuatrimestrales iguales y consecutivas de 34.601.086 pesos desde agosto de 2012 hasta fines de 2016. Con la actualización necesaria (lleva el valor base a 44.739.417 pesos), el aporte comprometido asciende a 134.218.251 pesos anuales.
Por último, hay que considerar la ampliación del contrato, por un monto de 57.750.000 pesos anuales, aprobada en agosto de 2015. Esto supone un aporte extra de 2.026.316 dólares, lo que totaliza un monto anual recibido por los clubes de la AUF de 10.557.000 dólares (considerando el valor del dólar a 28,5 pesos).
La ganancia de los clubes no es equitativa, ya que existe una distinción entre Nacional y Peñarol (que reciben más que el resto), los restantes 14 equipos de la Primera División Profesional y los 15 cuadros de la Segunda División. Según el contrato de 2012, los dos “grandes” deberían recibir 30% del dinero recibido (15% cada uno), mientras que los otros equipos de la A recibirían 54% (4% cada uno) y la B el 16% restante (cada uno recibe 1% del total). La ampliación de 2015 implicó una mejor distribución de los ingresos entre los clubes: 18%, 73% y 9%, respectivamente.
En dinero, Peñarol y Nacional deberían recibir 1.850.601 dólares anuales (cada uno), mientras que los restantes clubes de la A recibirían 394.028 dólares y los de la B, 89.295 dólares.
Estas cifras no incluyen otros acuerdos que Tenfield tiene por complementos por merchandising, participación en torneos de verano, etcétera. Es el caso de Peñarol y Nacional (que tienen acuerdos similares); en un segundo nivel se encontrarían Danubio y Defensor Sporting, y luego habría aportes para un grupo de clubes con estrecha relación con la empresa, entre los que se encontrarían El Tanque Sisley y Cerro Largo, según las fuentes consultadas.
En 2017 los ingresos anuales de la AUF ascenderán a 11.800.000 dólares. Esta cifra surge de sumar lo previsto en el contrato firmado para el período 2017-2021, con la ampliación aprobada en 2015 (unos 2.000.000 de dólares anuales).
El contrato de 2012 por la cesión de los derechos de transmisión establece el pago de 15 cuotas iguales y consecutivas de 63.826.667 pesos a partir del 28 de febrero de 2017. Con la actualización del IPC, desde la firma del contrato pueden estimarse ingresos para 2017 de unos 282.000.000 pesos, es decir, 9.800.000 dólares.
Lo que gana Tenfield
La entrada de la empresa de Casal significó una profesionalización y fuerte mejora en la calidad en la producción, filmación y transmisión de los partidos. Esto implicó una importante inversión inicial en equipos y gastos de funcionamiento para sostener el esfuerzo, pero los ingresos, a pesar de la pequeña escala del mercado uruguayo, son tan grandes que el negocio valió la pena.
Todos los informantes (vinculados al mundo del fútbol propiamente dicho, a la publicidad y a los medios de comunicación) coinciden en sostener que el fútbol uruguayo genera mucho dinero, y no vacilan en afirmar que el “piso” de facturación está muy por encima de los 40 millones de dólares anuales.
El grueso de los ingresos de Tenfield proviene del pago de los operadores de televisión para abonados para contar con el fútbol en sus señales. El precio del servicio es, como mínimo, de 120 pesos más IVA por abonado. Esto es, 5,17 dólares por suscriptor (dólar promedio a 28,3 al 16/11/16). Los acuerdos con las empresas varían, pero las fuentes coinciden en que Tenfield cobra en promedio ese valor por cada abonado en todo el país, sin importar si consume fútbol uruguayo.
Mientras los cableros del interior pagan mensualmente por el valor que resulta de multiplicar el precio base por la cantidad de abonados (según consta en facturas emitidas por Tenfield que están en nuestro poder), según fuentes de los cables de Montevideo estos deben pagar un básico por cada abonado declarado, más 50% de los paquetes premium de fútbol que los suscriptores compren. El monto total por abonado rondaría los 170 pesos más IVA.
En el caso de DirecTV se asegura que son “socios”. Tenfield recibiría ingresos en función del crecimiento que la empresa norteamericana tuviera en el mercado de la televisión para abonados. El acuerdo comercial se realizó cuando DirecTV tenía apenas 12.000 abonados; actualmente tiene 170.000.
Según la información disponible en la web oficial de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (Ursec) -organismo al que las empresas del sector deben entregar declaraciones juradas en las que conste la cantidad de abonados que tienen-, en diciembre de 2015 había en el país 715.000 suscriptores. Por tanto, el dinero que recibe Tenfield por la venta de los derechos a estos medios asciende a 44.385.583 dólares, una cifra similar a la manejada por los jugadores en su comunicado público.
El negocio no termina allí y, aunque no ha sido posible cuantificarlo hasta el momento, la suma de otras fuentes de ingreso sugiere importantes ingresos millonarios en dólares. Entre otras, la publicidad, los zócalos o sobreimpresos emitidos en la pantalla de VTV, la publicidad estática en los campos de juego, los sponsors y patrocinadores, y el pago de Antel para su emisión en la plataforma Vera+ (cuyo monto no pudimos conseguir, porque se aduce que hay un contrato de confidencialidad entre ambas empresas). Hay que agregar importantes ingresos por la comercialización de los derechos en el exterior (para emisión en otros países) y los abonos para ver el fútbol uruguayo en el exterior (con un estimado de 10 dólares por cada uno, lo que cuesta el servicio en Estados Unidos, sólo 100.000 uruguayos conectados en el exterior significarían un millón de dólares más... por mes).
Debe tomarse en cuenta, además, que el “producto fútbol” no se limita a la transmisión en directo de los partidos, sino a sus retransmisiones, las previas al partido y los programas de análisis posteriores, entre otras actividades que permiten seguir sumando ingresos.
De esta manera puede estimarse que Tenfield obtiene ganancias de, al menos, 34.000.000 de dólares por año con los derechos de transmisión del fútbol uruguayo, lo que significa ganancias anuales de 300% que cualquier empresario desearía tener.
Si bien no se cuenta con el monto de los gastos para la producción y filmación, los ingresos que no se han podido contabilizar superan largamente cualquier costo que pueda estimarse. Tómese en cuenta el siguiente dato: el precio total de los derechos de transmisión de las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018 ascendió a unos 17 millones de dólares. Así, Tenfield hubiera pagado todo ese dinero (nunca llegó a pagar tanto en eliminatorias anteriores), lo cancelaría con las ganancias de un solo año del contrato con AUF y, aun así, tendría ganancias de millones de dólares ese año y sumando ingresos con el nuevo producto.
“No está tan claro si no hay plata o si no está bien repartida”, dijo Sergio Chapita Blanco hace unos días. La respuesta surge clara: el fútbol uruguayo genera mucha plata, pero las tres cuartas partes de la torta se la queda un intermediario. Un importante dinero que los clubes se pierden de ganar y que podrían dedicar a mejorar la infraestructura (estadios, canchas, iluminación), así como los salarios y otras condiciones laborales de los jugadores.
El contrato AUF-Tenfield
Una parte de los datos utilizados para llegar a estas cifras del negocio del fútbol surgieron de la lectura del contrato vigente entre AUF y Tenfield, por el cual la empresa se queda con el usufructo exclusivo de los derechos de transmisión del fútbol uruguayo, y al que la diaria tuvo acceso.
El contrato refiere a los “derechos de filmación, grabación, generación de señales y transmisión de los torneos del fútbol uruguayo para su uso a nivel de todo el territorio nacional y también internacionalmente” en cualquier “sistema de comunicación”.
Fue aprobado en agosto de 2012, por un total de 1.441.815.000 pesos, cifra que surge de lo que se denomina “anticipos” correspondientes al período 1/3/2012-31/12/16 y que ascienden a 484.415.200 pesos, más 957.400.000 pesos correspondientes a los próximos cinco años (entre el 1/1/2017 a 31/12/2021).
En agosto de 2015, una asamblea extraordinaria de la AUF votó una extensión del plazo (y no un nuevo contrato) a partir de una propuesta presentada por Tenfield de ampliación de los pagos, que supuso un ingreso extra de dos millones de dólares anuales. El lazo entre los clubes de la AUF y Tenfield se extiende ahora hasta diciembre de 2025.
Los derechos cedidos son muy amplios, y no se escapa nada que pueda valer dinero. Tenfield tiene el compromiso de emitir por lo menos cuatro espectáculos por fecha (según el contrato, desde enero de 2017, pero ya lo ha adelantado) y colabora en diversos aspectos de su realización, pero obtiene a cambio la exclusividad de los derechos para vender desde la transmisión, tanto en vivo como en diferido, de los partidos hasta sus repeticiones, así como programas previos y posteriores al espectáculo, la entrega de premios y títulos y la emisión de los goles y las jugadas más importantes.
Más en detalle, el intermediario tiene los derechos de utilización y difusión de:
- Todo el espectáculo desde la salida de los jugadores.
- Los goles, desde diez segundos antes y diez segundos después de convertidos.
- Los penales convertidos y también los errados, así como las jugadas y faltas que deriven en sanción de penales.
- Las incidencias del partido que deriven en tarjetas amarillas y rojas.
- Organizar conferencias de prensa, con la presencia de entrenadores y dos jugadores.
- La publicidad estática en el campo de juego.
- Los eventos de entrega de títulos.
- Las imágenes de la concentración de los equipos.
- Por último, los clubes han cedido hasta 2025, a los efectos de su difusión por parte de Tenfield, “el nombre, los colores, los escudos y la simbología de los clubes participantes en los torneos organizados por la AUF, vinculados al nombre de los referidos certámenes”, así como los “derechos de imagen de todos los participantes del espectáculo deportivo que se encuentren dentro del campo de juego, desde el momento del ingreso y hasta que lo abandonen”.