La Red Global de Aprendizajes es una iniciativa internacional a la que Uruguay fue invitado. Ayer, en el liceo Dámaso Antonio Larrañaga se presentaron las experiencias resultantes de este año. Según Claudia Brovetto, coordinadora de la red, mediante esta experiencia se buscan “nuevas formas de vincularse con el conocimiento y nuevas alianzas entre estudiantes y docentes, cuestionando las pedagogías tradicionales, en las que el que sabe es el docente y transmite a un estudiante que no sabe y que escucha”. Para esto, dice, el estudiante tiene que ser el protagonista de sus aprendizajes, y estos aprendizajes deben estar vinculados con sus intereses y su vida real extraescolar, “sin que eso signifique que sólo aprendamos a resolver cosas concretas e insertarnos en el mercado de trabajo”. Los estudiantes, contó, hablan de temas cotidianos como la violencia de género, pero también piensan en grupo, discuten y buscan información con expertos acerca de temas como el calentamiento global o el conflicto en Medio Oriente, y proponen soluciones. Para potenciar lo que llaman “aprendizaje profundo”, buscan potenciar los siguientes aspectos: carácter, pensamiento crítico, colaboración, creatividad e imaginación, ciudadanía global y comunicación. Esta apuesta al trabajo colectivo “no puede funcionar por imposición, porque supone que estemos convencidos de que tenemos que trabajar con el conocimiento desde otro lugar, que el cocimiento no está fragmentado en disciplinas inconexas que se presentan una detrás de la otra y sin ninguna vinculación”, sostuvo Brovetto. Por su parte, Celsa Puente, directora general de Secundaria, dijo que la red es importante porque pone foco en el “sacudón metodológico” en el aula y en los centros educativos, el “gran cambio” que tiene que llevar a cabo la educación. ■