Uruguay firmó un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Chile en octubre de este año. Tal como informó la diaria en su momento, los cambios más novedosos se dan en términos de propiedad intelectual, tema en el que Chile propuso utilizar el modelo del TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, por su sigla en inglés), ya que en materia de intercambio comercial no hay grandes novedades con respecto a los acuerdos ya firmados entre ambos países.
En la tarde de ayer, en el edificio anexo del Palacio Legislativo, y organizado por el Instituto de Estudios Sindicales Universindo Rodríguez (Inesur) y la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), se realizó un panel de debate sobre este tratado. La mayoría de los panelistas coincidieron en que esta firma puede significar una “puerta de entrada” al TPP, situación ante la que se mostraron preocupados. “Aparentemente, hoy si no hay un TLC mediante, el comercio en el mundo no puede existir”, dijo Fernando Ferreira, integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT y dirigente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida. Agregó que estos tratados “son antidemocráticos, porque no tienen la participación de la gente y los legisladores no pueden modificarlos”. Y expresó: “Todo lo que venga ya está discutido, y uno ahí ya no entiende muy bien cómo es que funciona esto de la democracia participativa”.
Implicancias
El diputado frenteamplista Gerardo Núñez (Partido Comunista) dijo que es un “profundo error” haber firmado sin haber “discutido en profundidad en la fuerza política”. Para Núñez, Uruguay “no tiene una estrategia clara de inserción internacional”. Dijo que cada vez que se plantea una crítica a los TLC se dice que “no quieren abrirse al mundo”, cuando en realidad “el problema es que no podemos insertarnos bajo cualquier condición, porque eso implica, como lo hacen estos tratados, boicotear los procesos de construcción de soberanía de los países, sobre todo de aquellos países que estamos en vías de desarrollo”.
El economista Antonio Elías, director de Inesur, se mostró de acuerdo pero planteó matices: “No somos países en vías de desarrollo ni emergentes; somos países periféricos, marginales, productores de materias primas, lo que nos convierte en la contracara del desarrollo de los demás”. Continuó diciendo que es “muy necesario enfrentar el TLC con Chile”, teniendo en cuenta que “desde un punto de vista no es relevante, ya que tenemos cuatro tratados vinculados a la inversión y el comercio con Chile”, pero “nos dobla la mano en el sentido de que incorporamos y generamos el terrible precedente de que tenemos tratados de nueva generación, algo muy grave”.
El fiscal Enrique Viana, otro de los panelistas, cree que firmar este tipo de acuerdos supone “engancharse casi irremediablemente con la firma de los siguientes”. Dijo que Uruguay tiene firmados más de 30 tratados bilaterales de inversión, por lo que analizar el TLC con Chile aislado de los otros es “ver el árbol y no el bosque”. “Yo estoy a favor del libre comercio, pero no del libre comercio selectivo, que protege a determinados sujetos y perjudica a otros, como en este caso”, agregó.
Patentados
La cuestión de las patentes fue una de las mayores preocupaciones que compartieron los participantes. El TLC con Chile establece que los países firmantes “deberán hacer los mejores esfuerzos para ratificar o adherir” al Tratado de Cooperación en Materia de Patentes (TCMP), que facilita el patentamiento.
Patricia Díaz, abogada, docente universitaria y representante de Creative Commons, dijo que adherir a este tratado “va a aumentar exponencialmente la cantidad de patentes extranjeras”, que van a venir a “limitar nuestra posibilidad de generar nuestras invenciones”. Agregó que “es un sector ínfimo de la sociedad uruguaya el que se vería beneficiado, y no se puede comparar con las pérdidas que podríamos llegar a tener”. Para Núñez, “la forma en que está planteada la propiedad intelectual y las patentes es una forma de mantener la desigualdad entre los países pobres y ricos, y, por ende, una forma de mantener la dependencia de nuestro país”.
Sostuvo que uno de los “objetivos centrales de las potencias” es “la regulación de la propiedad intelectual en beneficio de las grandes multinacionales y en detrimento de las mayorías sociales”, y que lo que estas buscan es “utilizar el conocimiento para reproducir de forma más acelerada los niveles de ganancia”. Dijo también que la firma de este tratado es la “antesala” para la firma de otros, y que es necesario “exigir un estudio de impacto que establezca de manera clara cómo impactaría esto en Uruguay”.
Elías cree que es necesario pensar en este tipo de tratados en el marco del contexto regional y del Mercosur, al que dijo que entiende como “uno de los peores”, tras citar a Michel Temer, Mauricio Macri y Horacio Cartes. Considera que “Uruguay está en un punto muy grave de su inserción internacional” y que “todo esto venía armado desde la discusión del TISA, ya que el equipo de la cancillería y el equipo económico tienen una muy buena relación con Chile, país que es para ellos un ejemplo”. “Para nosotros Chile no puede ser un ejemplo”, señaló Núñez.