“La situación de Tiempost es complicada”, repiten trabajadores de la empresa de distribución que tiene 31 años de historia. Anoche, los trabajadores afiliados al Sindicato Único del Transporte de Carga y Ramas Afines pararon ante el incumplimiento de la promesa de que ayer estaría el cobro de haberes de octubre; el mes pasado cobraron el 17. Tiempost no tiene dinero, y cada día pierde clientes. Empresas tercerizadas, propietarias de camiones, camionetas y muchas de las agencias del interior del país no cobran desde hace más de seis meses, confió a la diaria un delegado del sindicato de base de Tiempost y dirigente de la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios. “El 100% de la facturación está retenida por los bancos”, afirmó.
La salida es que aparezca un inversor que compre la empresa, pero las negociaciones no están siendo fáciles. Los dueños de Tiempost no son fácilmente reconocibles, es como una matrioska, pero en el grupo económico está un empresario que fue procesado en noviembre por estafa en la ex Metzen y Sena, en Empalme Olmos, empresa que después fue recuperada por los trabajadores. Estos días son clave, y se duda de la continuidad de la empresa.