La Unión Nacional de Vendedores de Nafta (Unvenu) resolvió ayer en asamblea, por unanimidad, realizar un paro de 48 horas durante el lunes 21 y el martes 22 de noviembre. En esos dos días no se expenderán combustibles, salvo a los servicios esenciales, como ambulancias, patrulleros y bomberos; los otros servicios, como cajeros automáticos y minimercados, seguirán en actividad.

El reclamo principal de Unvenu está dirigido a ANCAP, que en junio dejó de pagarles a las estaciones de servicio una bonificación por la venta de combustibles, algo que perjudica a los empresarios, ya que en enero hubo un ajuste de sueldos para los empleados, producto del convenio colectivo del sector, y el precio de la nafta y el gasoil están regulados por el Estado. Por ese motivo, Unvenu presentará un “descuelgue” de los Consejos de Salarios para no pagar más ajustes. Por ahora, informaron a la diaria fuentes de la asociación, ANCAP no aceptó reunirse para escuchar sus quejas.

Otro reclamo es el retiro del pago en efectivo en las estaciones de servicio, una medida que impulsó el gobierno y que comenzará a regir en mayo. La asociación, si bien está a favor de las mayores condiciones de seguridad que implica la medida, entiende que ANCAP debe considerar los aranceles, los costos y el tiempo que demoran las tarjetas de crédito en pagar.