La principal potencia económica del mundo decide su futuro político hoy, y se roba la atención de todo el mundo. La región no es la excepción y Uruguay tampoco: tratándose de uno de los países que históricamente han sido más influyentes en América Latina, las consecuencias políticas y económicas que esta elección podría tener en la zona y en el país son indiscutibles. Debido a la magnitud de lo que está en juego hoy en Estados Unidos, la diaria conversó con politólogos, políticos y economistas para analizar qué efectos podría tener la victoria de Hillary Clinton o de Donald Trump esta noche, tanto en la región como en Uruguay.
El politólogo Fernando Rosenblatt consideró que es impredecible lo que podría ocurrir en la región en caso de que gane Trump: “Podría disparar para cualquier lado. No se sabe para dónde va a encarar su política exterior”. Diferente sería el caso con Clinton, a la que visualiza como “probablemente, una continuadora de las políticas de Barack Obama”.
La política comercial que pueden llevar adelante ambos también genera incertidumbre. “Los Clinton pertenecen a una extraña gama de los demócratas más aperturistas”, comentó Rosenblatt, mientras que Trump se ha mostrado “muy crítico” con los acuerdos de libre comercio. “Generalmente los republicanos apuntan más al libre comercio que los demócratas. Ahora habría un giro”, observó.
Pero sea cual sea la forma en que Estados Unidos planee su política exterior en la región, el escenario geopolítico actual hace que la situación tenga un condimento que en otras épocas no estaba presente. “Estados Unidos hace 20 o 30 años no tenía competencia en América Latina. Pero ahora esa competencia no sólo volvió sino que es más agresiva. La estrategia de China de comprar influencias para Estados Unidos es muy complicada”, afirmó. Otro elemento diferencial es que América Latina, a pesar del “sacudón” de Brasil y con la excepción de Venezuela, “ha logrado cierta estabilidad” y tiene bloques “más maduros”. “No es la misma América Latina de los 60 o los 70, y además vive un proceso de modernización muy fuerte”, aseguró.
La senadora frenteamplista y politóloga Constanza Moreira respondió que la diferencia entre una victoria de Trump y una de Clinton puede ser “gigante”. “Trump representa un triunfo de la derecha en la agenda [interna] de los derechos sociales, de la migración, de la economía, de los privilegios del sector empresarial frente a los trabajadores”, sostuvo, lo que la llevó a concluir que su victoria sería “un retroceso gigante”. Para Moreira, “un triunfo de la derecha en Estados Unidos es un triunfo de la derecha en el mundo, mientras detente el poder mediático, comunicacional y financiero, y más aun en un contexto de avance de la derecha en América Latina”. Al igual que Rosenblatt, la senadora supuso que una victoria de Clinton posiblemente signifique una continuidad de la política de relaciones exteriores de Estados Unidos, mientras que un triunfo de Trump es “una incógnita”. Según dijo, esto último sería “un recambio grande de todos los liderazgos y cuadros diplomáticos de la última década”.
En cambio, la economista Gabriela Mordecki, del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la República, dijo que al menos en cuestiones económicas no cree que haya una diferencia sustantiva para Uruguay si gana uno u otro candidato. “Para países como el nuestro, lo que más impacta de la relación con Estados Unidos es lo que haga la Reserva Federal con las tasas. Y eso es independiente de quién gane, porque la política monetaria es bastante autónoma”, explicó. El otro elemento que podría influir es que “se vuelvan a abrir los escenarios de tratados de libre comercio”. Sin embargo, puntualizó que Clinton, la más aperturista de los dos, “tampoco aparece muy pro-tratados con América Latina”. “Lo importante para Uruguay y para la región es que Estados Unidos empiece a mejorar la economía, porque es un potencial siempre para los países de la región”, sintetizó.
El politólogo José Miguel Busquets, por su parte, interpretó que esta elección “va en el mismo sentido que el brexit de Inglaterra”, en la medida en que puede reafirmar “las corrientes más conservadoras y nacionalistas en los países desarrollados”. Al igual que el resto de los consultados, consideró que la victoria de Clinton “no nos cambiaría demasiado”, pero un triunfo de Trump significaría “un fortalecimiento de un sector nacionalista y conservador que va en línea con el giro político de la región”.