El Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos denunció, en palabras de su secretario general, Óscar Andrade, un intento de rebaja “cruda y dura” del salario en la construcción en la instancia de los Consejos de Salarios del viernes. Uno de los objetivos centrales del sindicato en esta ronda es que no haya pérdida de salario real y establecer correctivos para lograrlo. “La inflación anual cerrada al 30 de setiembre fue de 8,9%”, dijo Andrade, y “la proyectada en el convenio anterior fue de 5%, según pautas del propio Poder Ejecutivo”. Esto implica una pérdida de salario real, y “surgen diferencias evidentes a corregir”, continuó, “salvo para quienes establecen las orientaciones económicas para los convenios colectivos en la industria de la construcción”.

Andrade dijo a la diaria que “el Poder Ejecutivo no reconoce que, además de los problemas con la fórmula del convenio futuro, hay problemas con las diferencias a corregir del convenio anterior, algo que hasta las cámaras empresariales reconocen”. Sostuvo que aun ante el planteo de las cámaras empresariales de reconocerlo, el Ejecutivo lo rechazó, con lo que adoptó una postura “más papista que el papa”.

El dirigente calificó de “insólita” la ausencia de correctivos en un convenio de 24 meses.”.

Para el viernes hay otra convocatoria en la ronda de Consejos de Salarios del sector, pero el dirigente considera que se está en camino a un escenario de industria sin convenio colectivo, que sería el “peor para todos”. Otros escenarios posibles, aunque “muy poco probables”, son la negociación bipartita entre las cámaras empresariales de la industria y el SUNCA, o el cambio radical de postura del Ejecutivo. Lo ideal, dijo Andrade, es creer en una “zona razonable de acuerdos”, algo que, en estos momentos, está a una “distancia enorme”. “Para alcanzar acuerdos hay que hacer esfuerzos, y acá lo que hay son trabas constantes”, afirmó, y cerró recordando que “en ninguna parte del programa del Frente Amplio está contemplado proponer políticas de rebaja del salario”. Andrade describió la postura del Ejecutivo como una “decisión política muy fuerte”, que tiene el propósito de “mostrarles a los mercados que se es muy ortodoxo y que si las pautas se mueven un milímetro de la línea, no las acompañan”, postura de la que él dice encontrarse en “las antípodas”.