Continúan en Roma las audiencias del juicio en la causa del Plan Cóndor. Ayer, 10 de noviembre, los abogados Marta Lucisano y Dario Piccioni para los casos de Jaime Donato y Aída Sanz, el abogado Marcello Gentili por Omar Venturelli y la abogada Valentina Vitale (sustituta de Simona Filippi) por María Emilia Islas presentaron sus alegatos finales ante la Tercera Corte de Asís. Lucisano y Piccioni se concentraron en el análisis del caso de Jaime Donato, ciudadano italochileno y dirigente del Partido Comunista de Chile, secuestrado el 5 de mayo de 1976 en Santiago, en una “ratonera” en la calle Conferencia desde donde, con toda probabilidad, fue trasladado al centro clandestino de Villa Grimaldi, de donde desapareció. La abogada Marta Lucisano, que representa también a la parte civil Sanz, dijo a la Corte que dejará el análisis de ese caso a otro abogado, que lo tratará en una de las próximas audiencias.
Ante la presencia de María Paz Venturelli, hija del desaparecido Omar, Marcello Gentili recordó la figura del ex sacerdote Venturelli, devenido dirigente político del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), sospeso a divinis por el obispo Bernardino Piñera (tío del homónimo presidente) y “matado en razón de su apoyo a la reforma agraria de Salvador Allende y de su lucha al lado de los campesinos”. Gentili se refirió en modo particular al amor “de especial y conmovedora intensidad” que ligaba a este hombre con su hija, y a la carta que le escribió desde la cárcel, en la que, presagiando su muerte, se dirigía a la niña diciendo “Soy Omar Venturelli, me están matando, soy el papá de Pacita”. El hecho fue relatado por algunos testigos que vieron a Venturelli en el Batallón Tucapel.
Gentili recordó también el testimonio de Ernesto García Isla, soldado que había sido alumno de Venturelli y que vio al ex sacerdote dos veces en el predio, la segunda de las cuales casi no pudo reconocerlo por la cantidad de hematomas que tenía en la cara. Gentili subrayó asimismo la responsabilidad del obispo Piñera, que vio a Venturelli en Tucapel durante una visita y no respondió a su pedido de ayuda, y que, avisado de su desaparición por el compañero de celda, no hizo nada. Venturelli está desaparecido desde octubre de 1973.
La abogada Valentina Vitale, en representación de Mariana Zaffaroni, reconstruyó los acontecimientos del secuestro y la desaparición en Buenos Aires de María Emilia Islas en setiembre de 1976 y los ubicó en el marco de la colaboración entre fuerzas represivas argentinas y uruguayas conocida como Plan Cóndor. En su relato recordó los testimonios de Óscar Destouet y su mención a un informe de los servicios argentinos transmitido al gobierno uruguayo de aquel entonces, relativo a las actividades de un grupo de exiliados uruguayos. Asimismo, señaló los testimonios de Beatriz Barboza, que vio a María Emilia Islas y a su hija, Mariana Zaffaroni, en el centro clandestino de detención Automotores Orletti, y los de Edelweiss Zanh, Elba Rama, Javier Peralta y el soldado José Luis Barboza.
La Corte canceló la audiencia prevista para el 16 de diciembre y estableció las fechas de 22 de noviembre, 20 de diciembre y 10 de enero para audiencias, confirmando el 13 de enero como fecha de la sentencia.