Si bien el transporte de cooperativas, integrado por la Cooperativa de Obreros y Empleados del Transporte Colectivo y la Unión Cooperativa Obrera del Transporte, cuenta con unos 1.800 trabajadores, de los que 90% adhirió al paro parcial de ayer, en la explanada de la IM sólo aparecieron una docena de ómnibus y una centena de personas. La respuesta a la convocatoria fue “escasa”, evaluó Jorge Acosta, secretario general de ASCOT, en diálogo con la diaria.

Durante la asamblea se trataron diversos temas: el rechazo a la “masificación de la tarjeta”, la desigualdad de aportes entre las sociedades anónimas y las cooperativas, y la regulación de las aplicaciones tecnológicas en el transporte. Los cooperativistas se manifestaron en contra de las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP) y a favor de una reestructura del sector “consensuada, gradual y a largo plazo”. Sobre el rechazo a la “masificación de la tarjeta”, Acosta explicó que “apunta contra el guarda” y “perjudica a aquellos a los que no les da la plata para cargarla por adelantado”. Además, consideró que “mientras que la gente se cree beneficiada porque con tarjeta el boleto le sale dos pesos más barato, la realidad es que al nuevo actor que vende las recargas hay que pagarle 2,7 pesos por cada una”.

También arremetieron contra la desigualdad de condiciones entre las sociedades anónimas y las cooperativas en lo relativo a los aportes patronales. Acosta explicó que mientras que las primeras “fueron exoneradas por ley de hacerlo durante el gobierno de Jorge Batlle, las cooperativas aportan como cualquier trabajador, generando una competencia desleal entre uno y otro sistema”.

Según dijo el secretario general de ASCOT, cuando el intendente Daniel Martínez asumió, a mediados de 2015, informó a las cooperativas que actuaría para “resolver esto” pero “hasta el momento no ha hecho nada”. “Lo que queremos es que haya un reconocimiento del aporte de las cooperativas al Estado, y que se pueda nivelar para que el peso no quede sobre unos, y sobre otros nada”, agregó. Según dijo un trabajador durante la asamblea, los aportes patronales anuales de las cooperativas rondan los 15 millones de dólares, cifra que Acosta no confirmó porque dijo desconocer “los números”.

La situación de Raincoop, la cooperativa de transporte disuelta a fines de abril, también formó parte del orden del día. “Tenemos 300 compañeros trabajando, 180 en seguro de paro y 40 que están en una bolsa de trabajo sin empresa asignada, y otro tanto que estaban en los locales de venta de tarjetas”, afirmó Acosta.

Otro punto tratado ayer tuvo que ver con las AFAP. Ramón Ruiz, representante de los trabajadores en el directorio del Banco de Previsión Social, fue a solicitar la adhesión al rechazo del régimen mixto y la rebaja de las futuras jubilaciones.

La asamblea comenzó a las 11.00 y culminó pasadas las 14.00, cuando los asistentes votaron por mayoría cortar el paro y retomar los servicios “por respeto a la gente, porque la idea no es dejarla sin circulación”. “Acá había un problema de desinformación y por eso tuvimos que hacer la asamblea”, explicó Acosta. En este sentido, los cooperativistas acordaron realizar un plenario por mes, a efectos de que “todos los compañeros se mantengan informados de las novedades respecto de la reestructura que está llevando a cabo la intendencia en el sector, para evitar malentendidos que, en vez de unirnos, nos dividen”, explicó un cooperativista.