“Van quedando cada vez menos detalles por ajustar”, sostuvo ayer el presidente Tabaré Vázquez, en referencia a las conversaciones entre el gobierno y la empresa finlandesa UPM para la instalación de una segunda planta de celulosa en Uruguay. Luego del Consejo de Ministros realizado en Santa Clara de Olimar, departamento de Treinta y Tres, Vázquez afirmó que las negociaciones con la pastera avanzan “más rápido” de lo que él pensaba, y ofreció el apoyo del gobierno nacional “a todos los departamentos que precisen ayuda, porque es una obra fundamental para el futuro del país”. Uno de los temas pendientes, acotó el presidente, es la conexión férrea entre los departamentos de Durazno y Montevideo.
Este es un punto conflictivo, que se está analizando en un grupo de trabajo integrado por representantes de la comuna capitalina, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) y la Administración de los Ferrocarriles del Estado (AFE), según informó a la diaria el coordinador de gabinete de la Intendencia de Montevideo (IM), Ramón Méndez, y confirmó el titular del MTOP, Víctor Rossi. “Se estableció un equipo con técnicos de la intendencia, alguno del ministerio, en consulta con técnicos ferroviarios, para analizar el problema de los pasos a nivel”, explicó Rossi, y agregó que algo similar se va a hacer con la Intendencia de Canelones.
Dos opciones
Dijo que se tomará como base el trazado del ferrocarril existente, y que se reconstruirán las vías férreas con material de alto nivel de resistencia. En ese ámbito se analizan también los efectos que tendrá el aumento de la circulación de trenes en la trama urbana.
Se manejan dos opciones para la salida de la producción de UPM, en caso de que se instale la planta sobre el río Negro. Una, el puerto de Puntas de Sayago; la otra, el puerto de Montevideo, en una zona cercana al muelle C. El puerto de Capurro se descartó porque la Administración Nacional de Puertos (ANP) tiene proyectado instalar allí un puerto pesquero, y no hay profundidad suficiente, dijo a la diaria el vicepresidente de la ANP, Juan José Domínguez.
Rossi no quiso opinar sobre qué opción sería la más conveniente y dijo que se está “lejos de esa discusión”. “Estamos analizando cuáles son las obras necesarias para que pueda instalarse UPM en Uruguay, evaluando las rutas que tenemos que arreglar, analizando las alternativas en el puerto de Montevideo. Estamos analizando también características técnicas y el costo de la vía férrea. En la historia de Uruguay nunca se hizo algo de estas características; tenemos que ser cuidadosos, prudentes”, alegó el ministro.
Problema de tiempo
La ANP, en tanto, tiene “gran interés” en que la carga de UPM salga por el puerto de Montevideo, si bien Domínguez acotó que puede no ser lo “ideal” en términos de circulación urbana. De todos modos, el vicepresidente de la ANP afirmó que si la carga de la pastera sale por el puerto esto puede servir a los planes estratégicos del organismo. Consideró, por otra parte, que el puerto de Montevideo es la opción más viable por una cuestión costos y de tiempos, porque es el único puerto del país que podría estar listo para sacar la carga a fines de 2019 o principios de 2020, como quiere UPM. “En Puntas de Sayago habría que hacer terribles inversiones en el puerto; no lo veo, teniendo en cuenta los tiempos”, estimó Domínguez. Dijo que desde el punto de vista de la trama urbana, sacar la producción por el puerto de Montevideo “no es lo ideal ni mucho menos: lo ideal es Puntas de Sayago”, pero que se trata de “un problema de tiempo”.
Cortando todo
En setiembre la IM elaboró un informe crítico sobre el impacto que tendría en la capital del país la infraestructura asociada a la llegada de la producción de UPM. El informe, al que accedió la diaria y cuyas conclusiones fueron publicadas en primera instancia por el semanario Búsqueda el jueves 10, hace un estudio comparativo sobre dos eventuales locaciones del puerto por el que UPM sacaría su producción: Capurro (el mismo trazado que llega al puerto de Montevideo) y Puntas de Sayago.
A juzgar por ese informe, la salida de la producción por el puerto de Montevideo afectaría “en forma importante la calidad paisajística de la ciudad y la compatibilidad ambiental” y determinaría una pérdida de conectividad urbana, ya que se cortaría la continuidad vial en grandes sectores. Además, el recorrido de las vías férreas para llegar al puerto interferiría “en forma importante en el tránsito urbano, por calles cortadas y pasos a desnivel en zonas urbanas, disminuyendo significativamente el nivel de servicio de las vías de tránsito”. Por lo tanto, el informe concluye que esta locación “se contrapone con el ordenamiento territorial definido en la normativa departamental”, “inviabiliza el Proyecto de la Cinta de Borde Capurro-Bella Vista” e “imposibilita la relación y acceso de la ciudadanía con un extenso sector de la bahía”. En este caso, además, la infraestructura a desarrollar, tanto terrestre como marítima, beneficia sólo a UPM.
Como contrapartida, esta locación supone un menor costo de inversión inicial, si bien luego el costo de mantener el dragado en ese punto será más alto.
Barreras
La salida de la producción por Puntas de Sayago no interfiere con el tránsito urbano, según señala el informe, y “actuará como barrera física contra la expansión urbana, ya que se localiza en el límite entre el suelo suburbano y el suelo rural”. Habrá menos trenes entrando a la trama urbana y se podrá hacer un mayor aprovechamiento de la infraestructura para operadores logísticos y el cluster naval. También constituye “una oportunidad para desarrollar el polo logístico de la ANP, descongestionando el recinto portuario de Montevideo”. El informe concluye que este trazado se ajusta a los principios rectores del Plan Estratégico MVD 2030 y a los lineamientos de ordenamiento de las Directrices Departamentales de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible, porque supone un “sistema de movilidad eficiente y sustentable”, el “desplazamiento hacia áreas periféricas de las actividades que generan importante movimiento de carga, minimizando los conflictos con la ciudad, en particular en lo referente al acceso al puerto de Montevideo”, la generación de una barrera para evitar la expansión urbana hacia el suelo rural y la mejora del vínculo de grandes infraestructuras con la ciudad y el territorio.
La desventaja de esta locación es que la inversión tiene un costo mayor. En los dos casos habrá que construir pasos a desnivel -en el caso de Puntas de Sayago se requieren, además, tres puentes- y efectuar expropiaciones. Si el puerto se localiza en Capurro, deberá concretarse el realojo del asentamiento Cívicos.
En una nota firmada por el director del Departamento de Movilidad de la IM, Pablo Inthamoussu, que consta en el informe, se alerta sobre los impactos que implicaría la llegada de la producción de UPM a Capurro, que, se calcula, se haría en trenes de un largo aproximado de 500 metros, a velocidades de 60 kilómetros y con una frecuencia diaria de ocho trenes en cada sentido de circulación.
Profundas consecuencias
El informe concluye que habrá un incremento de 80% en la circulación por las vías férreas, que se construirán siguiendo el trazado actual. “Las configuraciones actuales de las intersecciones dominadas en una inmensa mayoría por cruces a nivel (95% aproximadamente) debería eliminarse, imponiendo la toma de decisión entre las dos opciones posibles: cierre de calles o cruces a desnivel”, indica Inthamoussu. Agrega que la opción de cierre de calles “significa una pérdida de los niveles de servicio de las vías afectadas y consiguientemente de la conectividad urbana de vastos sectores”, mientras que los cruces a desnivel, “que en ningún caso serían menos de seis en zona urbana”, si bien no impactan en los aspectos señalados, “suelen ocasionar otro tipo de impactos urbanos, territoriales, sociales y ambientales que deberán ser valorados por las áreas respectivas”. “Dar viabilidad a este modelo operacional significaría la consolidación de una brecha entre uno y otro lado de la trama urbana, de profundas consecuencias para la movilidad urbana y para la ciudad toda”, concluye el director del Departamento de Movilidad de la Intendencia capitalina.