La gira, que comenzó el jueves 24 de este mes, hizo ayer de mañana una parada en la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte, en la sede del Grupo Santander. Allí, el presidente, acompañado de una delegación oficial, expuso ante 25 empresarios residentes en España las razones para invertir en Uruguay.

El “desayuno de trabajo” comenzó con la presentación del Plan Nacional de Infraestructura -anunciado en Uruguay el año pasado, a principios del segundo gobierno de Vázquez- a realizarse entre 2016 y 2020. La estrategia originalmente incluía inversiones por 12.000 millones de dólares en vialidad, infraestructura, comunicaciones, puertos, energía y transporte ferroviario, y recientemente se sumó la instalación de una nueva planta de UPM en Durazno, que, según lo anunciado, implicará una inversión de 5.000 millones de dólares más.

Según publicó la Secretaría de Comunicación de Presidencia, los empresarios participantes están vinculados a grandes obras públicas y a sectores como el del cemento, la construcción, el ferroviario, el comercio de retail en aeropuertos y la energía solar. Solicitaron a Uruguay “mejorar tiempos de estudio” de proyectos de inversión, dijo Rossi a la prensa durante una conferencia con medios de comunicación uruguayos.

Vázquez, por su parte, adelantó que “antes de fin de año” el gobierno “decidirá sobre proyectos de UPM y la regasificadora”.

El ministro de Economía y Finanzas consideró “fundamental” encarar acciones de este tipo para “recuperar ritmos de crecimiento”, y aclaró que más que el volumen importa la calidad de la inversión. Astori también sostuvo que es esencial conseguir interesados en invertir en transporte y, sobre todo, en el ferroviario, ya que “si uno mira la infraestructura vial del Uruguay, se da cuenta de que el ferrocarril es absolutamente imprescindible y de que fue un gigantesco error histórico abandonarlo”.

Luego del desayuno, el presidente mantuvo una reunión privada con directivos de la empresa Stadler Rail Valencia, dedicada a la construcción de infraestructura ferroviaria, y de la constructora Torrescamara. En conferencia de prensa afirmó que hay empresas chinas que “también están interesadas en el ferrocarril y tendido de líneas férreas”.

El embajador uruguayo en España, Francisco Bustillo, sostuvo que había “mucha expectativa” ante la visita de la delegación uruguaya, tanto desde las empresas que ya invierten en el país como desde quienes estaban interesadas en acercarse. Según dijo, había dos cuestiones que llamaban la atención: el aumento de la inversión extranjera directa en los últimos años y el hecho de que exista un mismo equipo económico desde que el Frente Amplio asumió por primera vez el gobierno.

En paralelo a estas gestiones, el gerente de inversiones del Instituto de Promoción de Inversiones y Exportaciones Uruguay XXI, Álvaro Brunini, se reunirá con integrantes de la Cámara de Comercio Española, con representantes de gremiales de empresas vinculadas a tecnologías de la información y con tres gremiales empresariales relacionadas a la construcción. Aparentemente, habría interés por parte de los españoles en el régimen de participación público-privada.

Pasado el mediodía, Vázquez se reunió con Rajoy durante unos 30 minutos en el Palacio de la Moncloa, en Madrid, en una reunión a puertas cerradas. Según dijo en la conferencia de prensa posterior al encuentro, se trató el estado de las negociaciones entre la Unión Europea y el Mercosur, y Rajoy aseguró que “defenderá” el acuerdo.

Hablemos de fútbol

“Lo que pasó ayer en el clásico fue la crónica de una muerte esperada”, comenzó diciendo el presidente sobre los incidentes el domingo, cuando se iba a celebrar el clásico entre Peñarol y Nacional en el estadio Centenario, que terminó suspendido. En una larga charla con la prensa, Vázquez dijo que el domingo “estaba preparada una asonada” porque “así lo establecen los informes de inteligencia policiales”, y contó que un grupo de hinchas fue a la sede de Peñarol a pedir 400 entradas a la comisión de seguridad de ese equipo y “no se las dieron”. Agregó: “Tengo la versión no confirmada de que también se las pidieron a los jugadores de Peñarol, que se negaron a darlas”. Como no consiguieron su objetivo, se dirigieron al estadio y fueron interceptados por la Policía, y la situación “fue abortada”. “Esa situación lo que generó fue que un grupo de estos inadaptados quedaron aislados en la tribuna” e “hicieron los actos vandálicos que tenían preparados para hacer durante el partido”, expresó el mandatario. Vázquez narró lo que considera una evolución negativa de esta historia, que tuvo “tres etapas” que, como “hombre de fútbol”, conoce muy bien, y se detuvo en la etapa actual: “Las barras se transformaron en traficantes de drogas, llenas de delincuentes, con enorme cantidad de gente con antecedentes penales que van a hacer su negocio y que pelean por la defensa de un territorio”. El presidente aseguró que “hay que tomar medidas” y dijo que desea que la Justicia “aplique la ley en su máximo nivel de castigo a los que están actuando así en los espectáculos”. “El Ministerio del Interior va a reprimir. No hay que repartir más entradas gratis, no hay que darles más dinero a estos delincuentes, y si presionan, hay que denunciarlos. No van a vencer los delincuentes, porque el fútbol es muy importante para los uruguayos”, aseguró. Luego contó que el sábado fue invitado por el presidente de Real Madrid, Florentino Pérez, a ver el partido entre ese equipo y Sporting de Gijón, y que en el estadio “no había ni un solo policía”; en cambio, había unos 150 “funcionarios de seguridad privados observando la tribuna”. Más adelante, Vázquez volvió a pedir a la Justicia: “Por favor, si una persona tira una garrafa, tira para matar, no para hacer cosquillas; es un intento de homicidio. Con el respeto que me merece la Justicia, espero que aplique con la mayor severidad posible lo que corresponda”. Sobre el final, Vázquez fue enfático en afirmar que “se terminó la situación que estamos viviendo”; “el que actúe con violencia va a ser reprimido por la Policía. No van a poder. No va a ganar la delincuencia. Van a ganar la justicia, el orden, la verdad. Vamos a reprimir de aquí en más a los violentos y se terminó la historia”, aseguró.

Finalmente, y visiblemente enojado, respondió a la pregunta de cómo iba a ser esa represión: “Si hay un violento y la Policía lo tiene que sacar del forro, lo va a sacar del forro, y si no quiere subir a la chanchita, o como se llame ahora, lo va a agarrar de los fundillos y lo va a meter de cabeza adentro de la chanchita”. De todas maneras, aclaró que “no es porque tengamos un espíritu represor, no lo tenemos”, pero agregó con tono irónico: “A un tipo que tira una garrafa de 13 quilos de arriba, usted no lo puede convidar con un caramelo y decirle: ‘Señor, por favor, no vuelva a repetir esta acción’”. Insistió en que eso no significa “gatillo fácil o palo fácil o sablazo fácil”.