La Unasev se había propuesto bajar en 10% el número de fallecidos y lesionados en accidentes de tránsito durante este año, pero logró superar ese objetivo con un descenso de 14,1% en la mortalidad y de 10% en el número de lesionados, lo que implicó 71 y 3.000 personas menos que el año pasado en cada caso. En 2015 se registraron 506 fallecidos y 30.116 lesionados, y en 2016, 435 y 27.115, al 20 de diciembre.

Según el informe presentado ayer, los resultados obtenidos posicionan a Uruguay en el ranking de países integrantes del Observatorio Iberoamericano de Seguridad Vial como “un país que cumple integralmente con las recomendaciones internacionales alcanzando las metas propuestas, lo que le permite reafirmar su liderazgo en la región”. Para este año propuso que los fallecidos se redujeran a 425, y a 278 para 2020.

El número de accidentes es similar en ciudades (51%) y rutas (49%), y los más vulnerables son los motociclistas, peatones y ciclistas, que conforman casi 70% de los fallecidos: 45%, 17% y 7%, respectivamente, unas 190, 71 y 29 personas. Entre ellos, los más afectados son los jóvenes de entre 15 y 29 años: a ese grupo pertenecía 31% de los fallecidos. Por su parte, los mayores de 70% años son 16% del total; la mitad de ellos son peatones embestidos, y la tercera parte, en particular, atropellados por motos. 62% fallece en el momento, 24% en las siguientes 24 horas y el restante 14% en un período mayor. En cuanto a las lesiones, predominan las leves (82,5%), mientras que 13,2% son graves y 1,6% son fatales.

El informe muestra un “período crítico” comprendido desde las 20.00 del viernes hasta las 8.00 del lunes, caracterizado por una “alta lesividad y mortalidad”: en esos días se produce 42% de las muertes en el tránsito de toda la semana. Se constató una menor utilización de implementos de seguridad, así como una mayor incidencia del consumo de alcohol en conductores y un “déficit de controles y fiscalización” por parte de las autoridades correspondientes.

En el caso particular de las motos, el informe destaca un “importante” aumento en el uso del casco protector, y da cuenta de una “clara e indiscutible” asociación entre su uso y la posibilidad de supervivencia tras un accidente: 55% de los motociclistas fallecidos no lo llevaba puesto, mientras que entre los lesionados, sólo 21% no lo usaba.

En cuanto a la conducción bajo los efectos del alcohol, Barrios consideró que la Ley de Alcohol Cero viene “cumpliendo su objetivo”, dado que las espirometrías positivas se mantienen en un nivel “bajo”, del orden de 6%, cifra que evidencia un descenso en la cantidad de conductores que consumen alcohol y conducen vehículos. Aun así, la situación se agrava en el “período crítico”: mientras que entre semana los niveles positivos son de 3,5%, el sábado se triplican (11,3%) y los domingos suben a 17,6%.

Barrios anunció que para el año que viene la Unasev vuelve a comprometerse con bajar en 10% la cantidad de lesionados y de fallecidos en accidentes de tránsito, y que para esto trabajará en conjunto con el Congreso de Intendentes, con el que tiene “una reunión pendiente” para “abordar la problemática”.

Uso seguro

El estudio realizado por Factum entre el 1º y el 4 de setiembre de este año relevó el uso de medidas de seguridad en el tránsito -luces, celulares, cinturón de seguridad, sistemas de retención infantil, casco y chaleco-, mediante dos observadores en 47 puntos a lo largo y ancho del país.

De los casi 47.000 vehículos observados, se constató el uso del cinturón de seguridad en 62,8%, lo que implicó un crecimiento de 6,5% desde la última medición (de 2013), y que fue casi igual entre conductores y acompañantes (que tienden a usarlo menos).

En cuanto a los sistemas de retención infantil, sólo 23% de los menores de 12 años lo usa, con prevalencia mayor entre los menores de un año (48,6%) y de entre uno y cinco años (45,7%), mientras que entre los mayores sólo 3,2% lo utiliza.

El uso de cascos entre los conductores y pasajeros de motos se observó en 92,6% y 81,8% en cada caso, en una proporción similar entre la mayoría de los departamentos del país, salvo Cerro Largo, donde se registró el uso solo en 16,1%.

En cambio, el uso del chaleco reflector se da en 30,5% de los conductores (lo que da cuenta de un aumento de 5,7%) y en 17,6% de los pasajeros (que disminuyeron su uso 0,9%). En este caso, las diferencias entre departamentos son importantes, ya que en el caso de Lavalleja lo llegan a utilizar en 93,2% de los casos y en Florida en 77,3%.

El prendido de las luces diurnas fue la medida que tuvo mayor crecimiento (12,9%), constatándose en 71,3% de las veces. Por último, el uso de celular se observó en 3,4% de los casos: 5,8% en autos y 0,3% en motos, lo que implicó caídas de 1,9% y 3,9%, respectivamente. No obstante, Eduardo Bottinelli, quien presentó los resultados, reconoció que mientras que “el resto de las conductas son más estables a lo largo del recorrido, la constatación del uso del celular depende de si este sonó o no durante la observación”.