Todo indica que posiblemente uno de los dos objetivos que ayer se formuló la comisión bicameral femenina del Parlamento para 2017 dará sus frutos. Además de la aprobación del proyecto sobre violencia de género que el gobierno envió al Parlamento este año, la comisión se fijó como meta la aprobación de un proyecto de participación política de mujeres que, como mínimo, extienda la Ley de Cuotas a los próximos períodos electorales. Los problemas son que no hay uno sino varios proyectos posibles, que para ser aprobada la iniciativa necesitará una mayoría especial de dos tercios en cada cámara, y que existen discrepancias en algunos legisladores del Partido Nacional (PN) con las posibles alternativas que se manejan.

Uno de los proyectos fue presentado por los legisladores del Frente Amplio (FA), y establece la participación “paritaria” de “personas de ambos sexos” en la integración del Poder Legislativo, las intendencias y las juntas departamentales, los municipios, las juntas electorales y todos los órganos de los partidos políticos. Este proyecto sería el “óptimo” a aprobar, dijo la senadora oficialista Daniela Payssé, aunque admitió que no ha habido en los demás partidos una disposición a aprobar esta iniciativa. “2017 es el año bisagra en el que estas cosas deben ser saldadas, para que no tengan ningún tinte electoral”, explicó.

El otro proyecto reúne las adhesiones de la mayoría de la oposición: del Partido Colorado (PC), del Partido Independiente (PI), y también de algunos legisladores del PN. Esta iniciativa fue presentada por la difunta senadora colorada Martha Montaner, e implica no sólo la extensión de la ley de cuotas por un período electoral más, sino también la modificación del sistema de suplencias en caso de que el titular renuncie: si se utiliza un sistema de suplentes respectivos, asumirá el primer suplente del mismo género que el titular; en caso del sistema preferencial, lo hará el primer suplente de igual sexo que siga en la lista, y de implementarse el sistema ordinal, tomará la banca el suplente, si es del mismo sexo, o, de lo contrario, el próximo titular de igual sexo. Payssé dijo que en caso de que no se logre impulsar la paridad, este proyecto podría ser una alternativa, pero si es “mejorada”, y no con “plazos acotados”. De esta manera se evitaría que se repita lo que sucedió cuando la diputada nacionalista Graciela Bianchi fue electa en ambas cámaras, pero renunció a su puesto de senadora para dar lugar a Álvaro Delgado.

Dado el solitario apoyo del FA a la paridad, una subcomisión integrada por los senadores Constanza Moreira (FA), Luis Alberto Heber (PN), Pedro Bordaberry (PC) y Pablo Mieres (PI) decidió que lo mejor sería una fusión de ambos proyectos, que implique la reglamentación de las suplencias establecida por Montaner y que extienda la implementación de la ley de cuotas, pero sin un plazo concreto. La idea de la bancada femenina es aprobar este proyecto en los primeros meses de 2017 y, si es posible, que se vote en el Senado el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

Así y todo, las principales oposiciones a esta iniciativa surgen en la interna del propio nacionalismo, por más que las cinco mujeres que integran el Honorable Directorio del PN están a favor de la paridad, según aseguró una de ellas, la ex diputada Beatriz Argimón. En el PN no hay una postura única sobre la cuota y también hay, además, varias opiniones respecto del tiempo durante el que debería aplicarse esta reglamentación. La senadora Verónica Alonso habló de la extensión de la cuota por dos períodos electorales más, mientras que su par Carol Aviaga opinó, a título personal, que debería ser por tres. Pero también hay legisladores que, directamente, están en contra de este mecanismo.

El tema fue tratado el jueves en la agrupación parlamentaria del PN y el lunes en el Directorio, a pedido de Argimón. Durante el encuentro de la semana pasada, el senador y líder de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, se mostró partidario de prolongar la vigencia de la ley de cuota de género aprobada durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez (que valía sólo para el período electoral 2014-2015,) e, incluso, recordó que ese proyecto pudo ser aprobado gracias al apoyo del PN, porque de otra forma no se hubiera podido llegar a los dos tercios requeridos. Pero otros legisladores se mostraron contrarios a la iniciativa. Entre ellos están los diputados de su sector Jorge Gandini y Pablo Abdala. En declaraciones a la diaria, este último legislador argumentó que “las disposiciones positivas no pueden ser eternas, porque en ese caso violarían el principio de igualdad que se establece en la Constitución”. Además, consideró que una decisión de este tipo podría afectar la “libertad del elector”. Incluso, Abdala dijo que no advierte que en Uruguay haya un “machismo enfermizo, ni en la sociedad ni en el sistema político”. “Hay cierto machismo, pero no es parte de una conspiración de los varones, y ha venido cambiando de una forma continua mientras las mujeres ganan espacios. La participación de la mujer se abre paso, y la cuota puede ser discriminatoria por sí misma. Las mujeres que han logrado éxito lo han hecho en base a sus propias capacidades”, argumentó.

El lunes, en el Directorio nacionalista, Argimón planteó que sería bueno que el propio ejecutivo partidario abordara el tema, aunque, al igual que como ocurrió con la agrupación parlamentaria nacionalista, tampoco se tomó posición al respecto. Heber se comprometió a efectuar algunas consultas dentro de su partido para poder hacer una suerte de devolución a los demás partidos en la subcomisión respecto de qué apoyo podría tener en la interna blanca la propuesta de extensión de la cuota.

Con o sin los votos nacionalistas, la aprobación de la extensión de la ley de cuotas parece estar asegurada en la Cámara de Senadores, puesto que ya tiene los 21 votos necesarios: del FA, del PC y del PI. La cosa podría complicarse más en Diputados, donde hay algunos legisladores nacionalistas que ya se mostraron contrarios, el FA ya no tiene mayoría y, eventualmente, podrían cobrar otro peso lo que digan los legisladores del Partido de la Gente y de Unidad Popular (UP). De todas formas, el único diputado de UP, Eduardo Rubio, apoya una mayor representación femenina.