Hay versiones contrapuestas sobre la muerte de tres adultos con discapacidad que se alojaban en la Aldea de la Bondad, en Salto, y fueron trasladados a Montevideo la semana pasada. Por un lado están las autoridades, que alegan que murieron a causa de un virus que produjo paros cardiorrespiratorios. Ayer en conferencia de prensa, la presidenta de la Administración de los Servicios de Salud del Estado, Susana Muñiz, respaldó esa explicación, que la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, había dado el lunes. Por otro lado, están los trabajadores del centro, que aseguran que los allí residentes no sufrían de ningún foco epidémico al momento del traslado y que este, por su carga emocional -además de la física-, fue lo que provocó su fallecimiento. El médico Ricardo Scaparoni, de la Aldea, explicó que “el desarraigo del traslado provoca mucha angustia”, y preguntó: “¿Cómo [las autoridades] van a autorizar el traslado si hay un foco epidémico?”, según publicó Radio Uruguay. Ante la situación, los trabajadores prevén realizar una denuncia penal. Hoy a las 10.00 el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) presentará los informes correspondientes ante la Comisión de Derechos Humanos de Diputados.

Por otro lado, en Artigas, la directora departamental del INAU, Claudia Ramírez, fue procesada sin prisión por el delito de homicidio culposo este lunes, por el fallecimiento de una joven de 17 años que el jueves murió electrocutada en el techo del centro, informó El País. En rueda de prensa, la jueza Bettina Duter dijo que la muerte “se podría haber evitado”, y que hay “varios presumarios” por “irregularidades” del centro.