La jornada fue maratónica, y, como suele ocurrir en las últimas sesiones anuales del Parlamento, la cámara baja votó varios proyectos de ley, entre ellos la prórroga de las tropas uruguayas en Haití, la ley orgánica de la Fiscalía General de la Nación y una modificación del proyecto de Ley de Inclusión Financiera.
Lo primero que trataron los diputados fueron las modificaciones a los plazos del proyecto de Ley de Inclusión Financiera, a raíz de una serie de problemas en su aplicación. Luego de eso, la cámara resolvió por unanimidad votar una minuta dirigida al Poder Ejecutivo en reclamo de un subsidio de desempleo para los trabajadores de Saphyre SA. Pero en la agitada tarde parlamentaria no fueron todas aprobaciones. El diputado del Partido Independiente Iván Posada cuestionó que en el orden del día no se haya incluido el proyecto de ley que regula el derecho de admisión en los espectáculos deportivos, a pesar de que tenía el acuerdo de todos los partidos.
La cámara comenzó luego a discutir la Ley Orgánica de la Fiscalía General de la Nación, un proyecto que, si bien contó con un acuerdo entre casi todos los partidos, no estuvo exento de polémica. El texto dispone ajustes en este organismo en consonancia con el nuevo Código del Proceso Penal e incluye algunos elementos nuevos, como la creación de un Consejo Honorario de Instrucciones Generales, con integrantes de la academia, la Fiscalía y el Poder Ejecutivo, para dictaminar “las directrices de actuación” del organismo. Este fue el principal punto criticado por la oposición, que en su mayoría no votó ese artículo”.
Candente
Lo más discutido por lejos fue el proyecto de ley que establece una prórroga para la permanencia de las tropas uruguayas en Haití hasta el 15 de abril. El texto establece que, “con el fin de efectivizar el procedimiento de repliegue correspondiente y para la repatriación de los recursos materiales allí emplazados”, se autorizará “la permanencia del personal requerido a tales efectos, por el período adicional considerado mínimamente necesario”. El proyecto votado ayer dispone que si la Organización de las Naciones Unidas resuelve la finalización de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República de Haití (Minustah, por su acrónimo en francés) antes del 15 de abril, “el Poder Ejecutivo procederá a retirar el personal desplegado, en las condiciones que se acuerden con la referida Organización”. No obstante, el gobierno podrá además, en cualquier momento dentro de la prórroga, “reducir en mayor número los efectivos desplegados e incluso proceder al retiro total de los mismos, comunicándolo a la Asamblea General”.
Luego de que el diputado suplente del Partido por la Victoria del Pueblo, Carlos Coitiño, afirmara su voto negativo a la iniciativa, el presidente de la Comisión de Defensa Nacional de Diputados, el nacionalista Gonzalo Novales, argumentó su voto afirmativo, pero dijo que “ojalá sea la última vez” que se establece una prórroga: “Me temo que hay fuerzas que no tienen intención de que esto se arregle, y que en seis meses vamos a estar votando una nueva prórroga”.
Seguidamente le tocó el turno al también nacionalista Jaime Trobo, que destacó la “importancia de la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad internacional” y reclamó que tanto la posición del gobierno como la del Frente Amplio (FA) no es clara. “En esto no puede haber dos opiniones. O se está a favor o se está en contra”, dijo. Posada, en cambio, anunció que el PI no acompañaría el proyecto.
A continuación habló en contra una seguidilla de legisladores. Eduardo Rubio (Unidad Popular) se extendió en la inoperancia de la Minustah. Mencionó al “joven haitiano violado por efectivos de las tropas uruguayas”, y aseguró que “la zona afectada por el terremoto sigue intacta, porque no ha habido reconstrucción” y que los objetivos de la misión fracasaron, ya que “no hay reconstrucción, no hay estabilización y crece el narcotráfico”. También dijo que el país debería haber recibido 5.000 millones de dólares, pero no le llegó ni 5%.
Le siguieron cuatro legisladores nacionalistas que también dijeron que votarán en contra: Bianchi dijo que no quería “ser cómplice de una ocupación extranjera”, Edgardo Mier calificó de “vergonzosa” la permanencia de Uruguay en esta “mal llamada misión de paz”, y Sebastián Andújar afirmó que “nuestro país ha sido cómplice de la fábrica de pobreza más grande que ha existido en el mundo”, y culpó al FA de eso. Por último, Gandini dijo que, si bien tenía pensado votar favorablemente, no logró escuchar “ni un solo argumento a favor” de la extensión de la misión. “Me subleva ver una bancada sumisa, que no viene a decir sus fundamentos para votar”.
La discusión comenzó a subir poco a poco de tono. El emepepista Alfredo Fratti dijo acaloradamente que votaba el proyecto con las “manos limpias”. “Habrá estado bien o mal ir, pero ya está la misión. Urgen los plazos y podemos embretar al país en un problema no dándole el plazo”.
En medio de un debate cada vez más caliente y que atravesaba las fronteras partidarias, el diputado nacionalista José Satdjian dijo que esperaba ver en la sesión la renuncia del diputado Luis Puig, tal como ocurrió en 2014, cuando este dejó su banca “a un mes y medio de asumir nuevamente”. “Es muy fácil hacer eso, pero ahora faltan años para las elecciones y no está en sala para dar a conocer su opinión”. Sobre el final de la sesión, las barras abuchearon fuertemente al diputado Óscar Groba cuando dijo que votaba el proyecto por definición de la fuerza política. “¡Mercenario!”, le gritaron. Mientras el presidente de la cámara, Gerardo Amarilla, pedía el desalojo de las barras, algunos legisladores del FA se acercaron a Rubio para reclamarle que pidiera calma, contó un representante oficialista. En ese momento, Gabriel Courtoisie (Asamblea Uruguay), diputado suplente del FA, se acercó a Rubio y le propinó un moquete en el rostro que le voló los lentes. Con las barras ya desalojadas y los ánimos más serenos, el proyecto terminó aprobándose por 65 votos en 75.