“Nunca fui, ni soy un oportunista”, dijo el general Liber Seregni en la explanada de la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE), el 5 de febrero de 1996, segundos antes de anunciar que su renuncia a la presidencia del Frente Amplio (FA) era de “carácter indeclinable”. El líder frenteamplista solía decir que sus decisiones políticas estaban dotadas de “racionalidad”, es decir, filtradas de impulsos emocionales o de otro tipo. Para ello necesitaba estudiar y comprender elementos de la realidad de disciplinas que se le escapaban por su formación. En el Centro de Estudios Estratégicos 1815 llevaba adelante este entrenamiento de la razón y, como señaló a la diaria el presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Mario Bergara, quien se reunía con Seregni en ese espacio, era una “esponja” de conocimientos. En sus discursos solía pedir tolerancia a los oyentes, que ante las menciones a otros partidos políticos abucheaban y silbaban. En estos últimos días se realizaron varios homenajes a Seregni en el marco del centenario de su nacimiento.

En la cadena emitida ayer por radio y televisión se le realizó otro homenaje a Seregni, con mayor alcance que los anteriores, y que contó con un audiovisual en el que se destacan cualidades y valores de Seregni, como político y persona. “Aún suenan sus palabras como un mandato irrenunciable. Su voluntad fue lúcida; cuando nos explicó cómo salimos de la dictadura, lo que hizo en realidad fue explicarnos por qué somos de izquierda”, expresa el locutor en el video emitido en cadena nacional. Y remata: “Aquí estamos, recuperando cada día y entre todos el sentido de la vida [...] recuperando el valor del amor como algo fundamental”. A raíz de este homenaje, emergieron algunas críticas. “El general Seregni se merecía Cadena Nacional republicana y no una triste propaganda partidaria confundiendo Estado con el partido”, expresó el líder del Partido Independiente, Pablo Mieres, mediante su cuenta de Twitter. Mieres había estado hoy en la intersección de Bulevar Artigas y Bulevar España, donde vivía Seregni, y donde se lo homenajeó con un monumento abstracto. Por otra parte, y en relación a la seguidilla de homenajes realizados en los últimos días, el economista Gabriel Oddone, ex militante del Partido Socialista, también hizo su descarga en la red social: “Seregni era enemigo del culto a la personalidad. Por eso creo que no le habría gustado la Cadena Nacional”.

En la última semana a Seregni le realizaron homenajes en plazas públicas, sedes partidarias y en la prensa. Las Redes Frenteamplistas se reunieron el viernes en la plaza Cagancha y, además de criticar al FA orgánico, colgaron letras gigantes para completar la palabra Seregni. En simultáneo, el vicepresidente Danilo Astori y otros líderes del Frente Liber Seregni lo homenajeaban con anécdotas y cuentos de otros tiempos en el local de la calle Carlos Quijano, próximo a la Jefatura de Policía. Además, el Correo Uruguayo emitió un sello conmemorativo por el centenario de su nacimiento, la Asamblea General dedicó un tiempo a su recuerdo y en varios departamentos del interior se le realizaron homenajes. El de ayer, en la plaza Liber Seregni, contó con tortas fritas, algo de lluvia y música en vivo. Horas antes, con la participación de la presidenta de la fundación Liber Seregni, Mónica Xavier, el intendente de Montevideo, Daniel Martínez, y el presidente del FA, Javier Miranda, homenajearon a Seregni inaugurando un monumento en un lugar especial: desde allí enunció, en 1984, el discurso tras su salida de la cárcel. Miranda trajo del recuerdo la noche del 19 de marzo de 1984, cuando estaba “volteando a la dictadura”, invitando a “seguir construyendo democracia con una fuerza política unida”. Xavier, en tanto, explicó que la obra simboliza los diferentes sectores del FA acercándose a un punto común, es decir, la unidad. Y agregó además que cuenta con “un péndulo que oscila, que es la búsqueda de la unidad”. Martínez dijo que Seregni tenía “la capacidad de siempre tender puentes”.