“Me llama la atención que el hombre salga a decir algunas cosas cuando tiene a los trabajadores totalmente sumergidos y oprimidos”. La frase es de Ana Rey, delegada del sector Tiendas de la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (FUECYS), y el hombre al que se refiere no es otro que el líder del Partido de la Gente, el empresario Edgardo Novick, dueño de varios negocios, entre ellos La Cancha, uno de los locales de venta de ropa y artículos deportivos más populares en el país.
Hace dos semanas, el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, cuestionó a Novick por descalificar al movimiento sindical y lo invitó públicamente a debatir “en el lugar que [este] defina”. Pereira dijo en esa oportunidad que no se podía ignorar que “los empleados que tiene son los que menos ganan en el sector, y todo intento de sindicalización es rápidamente reprimido. No nos explicamos por qué a una empresa como la que tiene le va tan bien, y los trabajadores tienen salarios pobres. ¿Este sistema, esta relación obrero-patronal es la que quiere para el futuro?”, se preguntó Pereira, en declaraciones que recogió el sitio web de la central sindical.
Aunque Pereira no especificó a cuál de las empresas de Novick se refería, Rey aseguró que al menos en La Cancha la situación es exactamente como la describió el presidente del PIT-CNT, al punto de que en esta tienda no existe nada que se parezca a una organización sindical. “Las pocas veces que hemos podido acercarnos [a FUECYS], ya sea los trabajadores [de La Cancha] a nosotros, o nosotros a los trabajadores, ante el primer movimiento o visualización son enseguida despedidos”, describió. Incluso, sostuvo que en esta tienda no ha sido posible mantener “ningún trabajador que pudiera generar una organización”. “A la mínima sospecha, a ese trabajador lo sacan”, aseguró.
Esta conducta, en este rubro de negocios, tampoco es exclusiva de La Cancha. “Esto es a lo que está acostumbrado el comercio, sobre todo en el rubro Tiendas. Pero desde 2010, y con la organización de sindicatos y los convenios salariales, hay cosas que se han ido ordenando”, explicó la dirigente sindical. Sostuvo, no obstante, que “hay algunas tiendas mucho más represoras que otras, y La Cancha es una de ellas”. Las veces que se llegó al intento de organizar sindicatos, “en dos meses los aplastaron de todas las formas posibles”, recordó. Dahiana González, una ex trabajadora de La Cancha consultada por la diaria, describió la misma situación. “Ellos toman gente muy joven, a veces de 18 años, que no va a arriesgar su trabajo”, explicó. Esta ex trabajadora dijo, además, que mientras estuvo allí “estaba totalmente ‘prohibido’ hacer un sindicato”. la diaria intentó comunicarse con personal de recursos humanos de La Cancha, pero no tuvo éxito.
Cuestión de salarios
La mayoría de los vendedores de La Cancha ganan algo más de 12.000 pesos y, además, obtienen una comisión de 1% por cada producto que venden. Aquellos que tienen más antigüedad acceden a una comisión diferencial, de 1,5%. Los sueldos de los cajeros son más altos y su base es de cerca de 20.000 pesos nominales. Todos estos datos fueron aportados por trabajadores de esta tienda a la diaria. La firma cuenta con cuatro locales; el que tiene más empleados es el de Montevideo Shopping, en donde trabajan más de 20 personas.
Pero los laudos en el sector son bastante superiores a estas cifras. Según un acta fechada en agosto del año pasado, el laudo de un vendedor de segunda categoría era, en ese entonces, de 17.524 pesos nominales. Rey explicó que lo que ocurre aquí es que el sector de tiendas tiene “una particularidad”. “Existen ingresos fijos y variables. La base es 70% del salario mínimo [se refiere al laudo], y tú, con tus ventas y comisiones, tenés que llegar a pasar el laudo para generar un peso más”. Sin embargo, describió que “hay momentos en los que no llegás al laudo, y entonces la empresa está obligada a pagarte esa diferencia. Aunque no vendieras el mínimo, eso te lo tienen que pagar”. Según dijo, se trata de un sistema que no beneficia ni a los trabajadores ni a las empresas. “Las comisiones deberían ser un incentivo para el vendedor. Ahora hay empresas con trabajadores desmotivados, a los que no les interesa vender porque van a seguir cobrando ese mismo mínimo que si le pusieran más ganas”.
Este tema fue planteado en la negociación colectiva del sector: “Queremos que la base del salario sea igual al laudo”, reclamó Rey. Sin embargo, explicó que la respuesta de la Cámara de Comercio y Servicios fue un “no rotundo”: “Cada año se venía sumando un porcentaje más [de salario base sobre el laudo]. Pero creo que, hoy por hoy, tenemos esta lucha perdida”, en el marco de una negociación “muy dura”. FUECYS también reclama, entre otras cosas, un aumento de los días de licencia por estudios, una prima de 750 pesos por hijo y una canasta de útiles. Estos dos últimos reclamos, aclaró Rey, no lograron concretarse. “La cámara está muy pegada a las pautas”, y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social “sólo piensa en ellas y está casi inamovible”.