Tanto el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, como su secretario general, Marcelo Abdala, coincidieron en su mensaje de fin de año en que uno de los aspectos más positivos de la gestión de la central en 2016 fue su capacidad para lograr cambios en las políticas de gobierno, principalmente en las relacionadas con el mercado del trabajo. Ambos realizaron sus respectivos balances del año en una serie de videos publicados en el portal web del PIT-CNT.

“La lucha paga. Hay sensibilidad del Poder Ejecutivo, que entendió parte de los argumentos del movimiento sindical y logró modificar los aspectos más negativos de la propuesta”, dijo Pereira en uno de los videos, refiriéndose a los sucesivos cambios que el gobierno introdujo en los lineamientos salariales para los Consejos de Salarios.

Por su parte, Abdala destacó la “importante capacidad de influencia” del movimiento sindical. “Estamos convencidos de que hemos cerrado un año en el que se demuestra nuestra capacidad de influencia, gravitación y propuesta”, sostuvo en el otro video que publicó el sitio.

Más allá de los dichos, lo cierto es que el PIT-CNT sí consiguió alterar progresivamente la pauta salarial que había elaborado el gobierno, hasta acabar parcialmente con su punto medular: que los correctivos por inflación fueran anuales. “Los lineamientos eran muy negativos: apostamos a la negociación y el diálogo, hicimos paros y movilizaciones denunciando situaciones que creíamos que iban a perjudicar a los trabajadores”, dijo Pereira. El sindicalista recordó cómo, tras reunirse con Vázquez en agosto, el presidente accedió a mantener los aumentos nominales estipulados en 2015 para 2016, habilitando aumentos adicionales de entre 1% y 1,5% en los diferentes sectores de negociación. Gracias a esa reunión también se logró actualizar por inflación las franjas salariales más sumergidas, que iban a recibir aumentos diferenciales adicionales.

Pero para llegar a la mayor victoria de la central en esta área habría que esperar a noviembre, cuando el Poder Ejecutivo se decidió, finalmente, a desatar el nudo más tenso de los lineamientos y cambiar el ritmo de los correctivos por inflación, que hasta el momento venían siendo cada 18 meses. De allí en más, si las partes acordaban podía darse un correctivo anual, y eso “flexibilizó los lineamientos de tal forma que la mayor parte de los grupos generaron acuerdos”, aseguró Pereira.

Y la influencia del PIT-CNT en la pauta del Ejecutivo no se detuvo allí. El presidente de la central también destacó cómo se presionó para cambiar las modificaciones al Impuesto a la Renta de las Personas Físicas, cuya suba se iba a plasmar en salarios superiores a 32.000 pesos. “Se logró que el mínimo no imponible para aumentar los gravámenes fuera de 50.000 pesos y que mejoraran los deducibles”, sostuvo. Además, recordó que se logró alterar el gasto que se pretendía achicar en áreas “trascendentes” y, mediante la modificación de un artículo de la Rendición de Cuentas, se hizo posible “que no hubiera recortes presupuestales en la educación universitaria”, lo que produjo que se llegara a un acuerdo entre la Universidad de la República (Udelar) y la Agremiación Federal de Funcionarios de la Udelar. “El movimiento obrero logró revertir alguna de las aristas más negativas” del paquete de medidas fiscales que se anunció a principios de año, complementó Abdala.

Pero el año que comienza en pocos días también trae sus anuncios, expectativas y reclamos, y el PIT-CNT no se olvida de la promesa electoral del Frente Amplio de llevar el gasto educativo hacia 6% del Producto Interno Bruto, ni tampoco de que el Presupuesto votado por el Parlamento en 2015 sólo previó gastos para los primeros dos años, lo que implicará que en la Rendición de Cuentas que se discutirá este año habrá mucho en juego. Por lo pronto, Pereira ya dejó en claro la necesidad de “dotar a la educación de los recursos necesarios para que sea potente”. “Sabemos que sólo con inversión económica no se va a adquirir todas las cuestiones que se precisan para el sistema educativo, pero sabemos que sin la inversión económica va a ser imposible”. En ese contexto, reclamó un presupuesto adecuado para “construir niveles de educación que se adecuen al mundo del futuro y del trabajo del futuro que se viene”.

Además, Abdala aseguró que existe el “compromiso” de Vázquez de “estudiar formas de gravar al capital u otras alternativas que generen mayores ingresos, de modo que permitan no sólo evitar recortes a sectores estratégicos como la salud o la educación, sino además tener un Estado locomotora del desarrollo”.

Otro objetivo que el movimiento sindical tiene para 2017 es construir un “organismo que entienda en el tema del trabajo”, dijo Pereira. Esta propuesta, aseguró, ya les fue planteada a Vázquez y al ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro. La idea, expresó, sería “analizar inversiones nacionales y extranjeras, ver qué mano de obra se va a precisar y, en caso de no contar con personal calificado, coordinar con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional u otros organismos de la formación profesional”, para que cuando la inversión llegue a Uruguay, se “esté en las mejores condiciones de aprovechar al máximo la construcción de puestos de trabajo”.

Pero también el PIT-CNT quiere apretar el acelerador en la “profundización” del Sistema Nacional Integrado de Salud. Según Pereira, todavía hay problemas por el costo de órdenes y tiques, “las personas a veces no pueden atenderse en la salud, o postergan” sus tratamientos. Agregó que es necesario mejorar el tiempo de espera para la consulta con especialistas, que a veces “llega a ser de varios meses”.