La decisión de cesar a Venezuela “del ejercicio de los derechos inherentes a la condición de Estado parte del Mercosur”, tomada por los países fundadores -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay-, continuó ayer provocando declaraciones e intercambios. Un grupo de periodistas uruguayos se topó de casualidad con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en Santiago de Cuba, y este accedió a hablar con ellos. El mandatario dijo que cada vez que citen al Mercosur “estará ahí” viéndoles la cara a los presidentes de Brasil, Michel Temer -al que calificó de “cobarde”-, de Argentina, Mauricio Macri, y de Paraguay, Horacio Cartes. Maduro parafraseó al presidente de Ecuador, Rafael Correa, y dijo que se pasó de la “restauración conservadora al Plan Cóndor, a la persecución de los movimientos progresistas, de izquierda, revolucionarios”. “Tienen amenazada a Cristina [Fernández] y perseguida, como tienen amenazado y perseguido a Lula [da Silva], como derrocaron a Dilma [Rousseff] de manera absolutamente inconstitucional, ilegal, brutal. De la misma forma, están tratando de proceder con un país entero, con Venezuela. No nos han dado derecho a la defensa, nadie nos ha llamado a ver si es verdad la consabida cuestión de que no hemos cumplido con las normas”, reclamó Maduro.

Consultado sobre el pedido de reunión que le hizo el sábado al presidente Tabaré Vázquez, afirmó: “Estoy a punto de ir a buscar el avión e ir a buscarlo a Tabaré al país de Europa en que esté, para hablar con él”, y explicó: “Creo en Tabaré, en su espiritualidad y en su ética. Si algún funcionario de su cancillería cometió un error, estoy seguro de que él lo va a rectificar. Cuando hable cara a cara, ojo a ojo, viéndonos con ese hombre bueno que es Tabaré, él va a reconocer que tenemos razón y que el Mercosur debe buscar el camino de la unión en la diversidad, y no el sectarismo y la persecución ideológica”.

Convalidación silenciosa

Al Partido Comunista se sumaron otros grupos del Frente Amplio (FA) para manifestar su rechazo a la suspensión de Venezuela. El Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) entiende que la decisión, “al carecer de elementos jurídicos que la sustenten, se basa exclusivamente en pretensiones políticas que obedecen a la derechización de la mayoría de los Estados Partes, y tienen como objetivo castigar a nuestro hermano país, así como socavar los intentos de integración regional”. Al Comité Ejecutivo del MLN-T le preocupan “los sesgos autoritarios que están manifestándose de manera cada vez más clara en los países que han impuesto esta decisión”, y llama a los actores políticos nacionales “a manifestarse y a actuar en consecuencia, trabajando para frenar estas arbitrariedades”. “Queda cada vez más claro el proceder de la derecha continental, y frente a esto, sólo nos queda la organización y la coordinación de los actores políticos y sociales”, concluye el comunicado.

También se pronunció el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), que considera que los gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay “han vulnerando la legitimidad y la legalidad institucional” del Mercosur, que fue “retomado por asalto por el concierto de las oligarquías asociadas al capital concentrado”. Para el PVP, el resultado será “el debilitamiento de la integración y el menoscabo de la unidad regional y de la democracia”, y el “detrimento de las condiciones de vida de las grandes mayorías”. En tal sentido, objetan “firmemente” la actuación de Uruguay, “dirigida por el canciller Rodolfo Nin Novoa”, ya que la posición del país “sólo puede sustentarse en la defensa y el fortalecimiento de la institucionalidad, y no en la convalidación silenciosa del irrespeto hacia los tratados signados”. Para el PVP es “inaceptable” que Uruguay “avale un quiebre institucional, con argumentos jurídicos amañados, enredados, ideológicos, groseros e injustificables”. En sector repudia “esta actitud decididamente contraria al Programa de Gobierno” del FA y llama a que la fuerza política “incorpore este debate y se pronuncie sobre este tema”.