El senador José Mujica, integrante del Movimiento de Participación Popular (MPP), se levantó de su asiento para hacerle un comentario a Rubén Martínez Huelmo (Espacio 609), durante la sesión de ayer que trató la prórroga de los cascos azules en Haití. Le recordó cuando una vez, durante un discurso, cuestionó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y, a pesar de eso, Uruguay pasó a formar parte del Consejo de Seguridad del organismo internacional. El mensaje fue claro. El lunes, según publicó El Observador, el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, había sido más directo en la Comisión de Defensa Nacional, cuando dijo que la decisión de extender el plazo era “independiente” de la integración del Consejo de Seguridad. La “anécdota” del ex presidente, según dijo a la diaria Martínez Huelmo, sirvió para desterrar una hipótesis que maneja la Coordinadora por el Retiro de las Tropas en Haití: uno de los integrantes de ese colectivo, Andrés Olivetti, dijo a la diaria que el gobierno uruguayo adopta el rol de “chico bueno” para no entorpecer el “clima de negocios” y la participación en el Consejo de Seguridad de la ONU. Pero también había otra conjetura en torno a la pretensión del Poder Ejecutivo de extender la permanencia de las tropas uruguayas en Haití. La razón del artillero: “Es un tema de costos. Para un país como Uruguay, es importante”, explicó a la diaria Martínez Huelmo.

Aunque todos hablan de una inminente retirada de Haití, ya desde otro sector del Frente Amplio (FA) habían mencionado a la diaria que las razones para extender el plazo de permanencia tenían que ver con los costos que el Estado uruguayo debe asumir si se vuelven antes de la fecha agendada por la ONU. El organismo internacional dio el visto bueno en octubre de este año para extender hasta el 15 de abril la permanencia de los cascos azules, y aclararon que evaluarán, cuando llegue el momento, si se necesita otra prórroga. Entonces, si un país decide volverse antes de esa fecha, se tiene que hacer cargo de los costos del desmantelamiento y los traslados. En la sesión de ayer, el blanco Javier García, que ofició de voz opositora, preguntó a los presentes: ¿qué pasaría si el secretario general de la ONU recomienda al Consejo de Seguridad prorrogar después de abril de 2017? Ban Ki-moon le deja su lugar al portugués António Guterres y este último deberá estudiar la jugada para luego pronunciarse sobre la misión. El frenteamplista Felipe Michelini le respondió a García que si la ONU hace otra prórroga, “puede ocurrir que Uruguay ya no tenga para aportar”. Si Uruguay se baja, el nuevo secretario general de la ONU no lo va a ver con malos ojos. “Tampoco tengo la bola de cristal”, aclaró a continuación. Todos en el FA, por decisión de la Mesa Política, votaron a favor de la prórroga. Casa Grande emitió un comunicado para manifestar su rechazo a que las tropas uruguayas permanezcan en Haití, pero como entiende que “es el fin de la misión”, votó a favor. El año pasado, Luis Puig, diputado del PVP, desoyó el mandato del FA y manifestó su oposición a la permanencia militar uruguaya en Haití. En la misma línea, el senador comunista Eduardo Lorier, en suplencia de Marcos Carámbula, explicó ayer durante la sesión que en ese sector también esperan que sea la última prórroga.