“Laaaaargaron”, grita el relator, y te dice que no te pierdas el gran premio Copa de Oro Raid Libertad. Exclusivo para debutantes. 300.000 pesos al ganador, 30.000 pesos al segundo. Organizado por el Centro Social y Democrático de Cerro Chato (CSD), con el apoyo de Maroñas Entertainment, se llevó a cabo el sábado 17 de diciembre. Un hombre de raid, que prefiere que no lo identifiquemos, cuenta que lo estaba mirando por televisión, en la transmisión oficial de Maroñas. Cuenta que filmaron cuando los jockeys se subían al caballo, cuando hicieron el paseo de exhibición, cuando largaron. Dice que cree que fue en la segunda vuelta, bien enfrente al disco, que se quebró un caballo y el jockey cayó de cabeza. En otra vuelta otro iba a pie con el caballo de tiro. Dice que fue una matanza, que los caballos llegan exigidos corriendo un kilómetro en Maroñas, que imaginate corriendo ocho kilómetros y medio en esa pista. Germán Boiso, periodista de turf, publicó en su Twitter que no le gustó para nada lo que vio, que vio con tristeza cómo los caballos iban abandonando uno a uno la carrera, y que fue testigo de cómo Gepetto, el caballo que salió segundo, terminó fundido, tirado en la pista, con sangre alrededor. También que hizo algunas fotos, y que dos personas lo vinieron a increpar para que no lo hiciera. Gepetto se murió en la madrugada. De los 13 caballos competidores, murieron dos y abandonaron 11.

En una publicación en Facebook del veterinario y profesor José Verocay, vinculado siempre a los caballos, se sucedieron muchos comentarios de personas cercanas a la hípica y al raid, y lo llamativo es que casi había consenso en que lo ocurrido en Maroñas el sábado fue, básicamente, un disparate. La información es bastante escasa, y ni el Hipódromo de Maroñas ni el CSD han emitido ningún comunicado. “El raid no es eso que se vio en Maroñas el otro día”, dice a la diaria Horacio Colina, uno de los organizadores de la actividad, y demuestra que en eso hay acuerdo. Todas las fuentes coinciden en ese punto, hasta los organizadores. “Fue un hecho aislado, fue un día malo, ligamos mal y pronto”, dice Colina, y asume que el CSD, su organización, estuvo a cargo del evento. También que la Federación Ecuestre Uruguaya no tiene nada que ver -lo confirmaron a la diaria desde la Federación-, y que le pidieron acceso a Maroñas y se rigieron “bajo ciertas condiciones que ellos les dieron”. Agrega que firmaron un contrato “que aclara que cada competidor se hace responsable de preservar el espectáculo y los caballos, y que la organización no se responsabiliza por este tipo de casos”. Dice que no entiende a la gente, porque sabe “que no es así, la gente de raid no somos asesinos de caballos, como han salido a decir”.

Marcelo Storace, jefe de Carreras de Hípica Rioplatense (HRU), consultado por la diaria, dijo que su departamento no tuvo injerencia en lo que pasó el sábado en el Hipódromo: “Esta carrera está por fuera del programa anual y no tiene nada que ver con las carreras normales del Hipódromo”. Y que hasta ahí te puedo decir. El diputado suplente del Partido Nacional y veterinario Gastón Cossia realizó ayer la denuncia en la Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal, y le entregó una copia al gerente, Gustavo Soriano. Dijo: “Estas no son cosas que podamos tolerar fácilmente; cuando se nos invita a asistir al hipódromo se invita a familias enteras, y a menores de edad. Se desprestigió el mayor escenario del turf, es un desastre”.

Respecto de los controles, Cossia dijo a la diaria que ese es el debate de fondo, ya que “Maroñas es un gueto inexpugnable para los controles”: “Los servicios veterinarios están privatizados, son empleados de HRU; es bastante raro que te controles a ti mismo, sobre todo cuando hay tantos intereses económicos detrás”. Colina dice que es una “burda mentira” que les daban a los caballos “hasta matarlos”, porque estaban afuera diciéndole a la gente que sacaron los caballos, que no daban más, y que quienes están haciendo la crítica “quieren terminar con el raid”. Y que te matan por dos pesos en este país y se vienen a preocupar por un hecho aislado, y que ellos cuidan a los caballos como a sí mismos. Para él, “si la pista de Maroñas no tiene las condiciones adecuadas para correr un raid, no existen las condiciones adecuadas para correr un raid”. Las fuentes consultadas por la diaria coincidieron en que los caballos “claramente” no estaban preparados para una competencia de ese tipo y para correr tantos kilómetros.