“El nuevo y único mandamiento decía: Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros”. George Orwell

Salimos del Congreso Rodney Arismendi, del Frente Amplio (FA), al grito de “soy del Frente, soy del Frente, del Frente soy yo”. Sonriendo, abrazándonos y diciendo “felicitaciones, compañero”. ¿Qué pasó? ¿Cuál fue la victoria?

Se trabajó en todo el Congreso con las voces de los y las frenteamplistas de todos los rincones del país y del exterior, también en un clima de izquierda; con intervenciones que nos decían a todos: queremos más del FA. El documento insumo que surgió de la comisión de “Principios y valores compartidos del FA” fue modificado en casi todos sus puntos por el Congreso, que lo enriqueció y fortaleció por izquierda.

Pero fue en el cierre que el colectivo frenteamplista dijo: “Acá marcamos el rumbo nosotros”. Se discutía cómo seguir con los cuatro capítulos que quedaban por terminar de discutir, y resolver sobre el mencionado documento. Se presentaron dos propuestas: pasarlo al Plenario Nacional para que una comisión elaborara una síntesis que se refrendaría en el próximo congreso ordinario, o hacer un cuarto intermedio del Congreso, para retomar en marzo-abril de 2017 y de ese modo seguir discutiendo y decidiendo colectivamente.

Por la primera moción hablaron dos conocidos referentes del FA, Óscar de los Santos y Alejandro Pacha Sánchez. Por la segunda moción argumentaron, en paridad, un compañero del interior del país y una compañera de Argentina, militantes de base. Dos “no conocidos” -nuestro presidente, Javier Miranda, tuvo que preguntarle sus nombres al plenario- que marcaron el camino. ¿Qué dijeron? Que este colectivo de más de 1.300 compañeros es el que decide. No hay cúpulas, no hay grandes referentes que nos representen adecuadamente. Nosotros vamos a representarnos a nosotros mismos. Acá no hay más iguales que otros.

Daniel Cattani, compañero del FA de Salto, dijo en su intervención: “Los compañeros de las bases queremos participación, seguir debatiendo y seguir decidiendo. Queremos seguir siendo la principal fuerza política del país, y eso se logra siendo más FA, y no simplemente hacedores de mandatos elaborados por unos pocos”. “Queremos mantener la participación activa de los militantes. Este congreso fue un éxito por la participación de las bases. Necesitamos participación: nos lo dicen a lo largo y ancho del país. 5.000 compañeros discutieron las propuestas en los comités de base”, sostuvo. Por su parte, Sol Inés Zunín, compañera de las bases de Argentina, afirmó: “La estrategia somos nosotros, la estrategia es la participación, la estrategia para que la gente confíe nuevamente es que las palabras de la militancia sean escuchadas. ¡Hace cuánto no teníamos tantas reuniones seguidas, con la esperanza de que lo que digo allá lejos va a contar, sintiendo que me van a escuchar! Es mentira que en las bases no hay nivel de discusión de calidad; nosotros debatimos de forma rica y profunda, y queremos seguir decidiendo. No podemos dejar que la síntesis la haga un plenario: la síntesis la hacemos nosotros. Es necesario que nuestra voz cuente y que cuando vayamos a hablar con el vecino le podamos decir que su voz va a contar”.

¿Qué pasó? Las bases frenteamplistas, junto con compañeros sectorizados, sienten que están lejos de la toma de decisiones en la fuerza política, sienten que hay un grupo que ha concentrado el poder en la dirigencia y en los cargos del FA, y que no son partícipes de las decisiones políticas. Dijeron: “Basta: no queremos pasar esto a una comisión pequeña, donde pesen más los sectores y donde se exprese menos la diversidad y la riqueza de las bases, que expresaron la moción que nació de un comité de San José y que contó con la firma de múltiples militantes de base, comités y coordinadoras de casi todos los departamentos del país y de Buenos Aires. Queremos que el colectivo en su conjunto, de la forma democrática más directa posible, sea el que termine de discutir y decidir”.

Estos dos militantes de base lograron convocar el espíritu frenteamplista, que empezó a aplaudir su amplia victoria incluso antes de que terminara el conteo de los votos.

¿Cuál es la victoria? Tomar en las manos de “la masa frenteamplista” la toma directa de decisiones. Este es un camino de posibilidades en un FA que se encontraba desmovilizado, desestimulado para la participación real, donde faltaba el debate político, en el que parecía que ser frenteamplista se reducía a “no cuestionar”. Este resultado es un saludable sacudón para el FA y un respiro de esperanza de que otro FA es posible. Se cuestionó al statu quo y se logró perforarlo. Veamos cómo sigue el camino.

Acabamos de votar los principios del FA, entre los que se encontraba el de igualdad como un principio central, orientador. Este fin de semana, los y las frenteamplistas dieron clase de igualdad y dijeron: “Acá no hay nadie más igual que otro”.

Virginia Cardozo.