En mayo de 2012, cuando el Poder Ejecutivo definió el Marco Regulatorio para la Televisión Digital Terrestre (decreto 153/012), cuyo principal propósito era “la promoción de la diversidad”, desde la diaria entendimos que estábamos ante una oportunidad histórica y que no podíamos dejarla pasar.

Por eso, en 2013, junto a Cooperativa Demos y luego de un arduo proceso, nos presentamos al llamado público a interesados, buscando expandir nuestra mirada y nuestra forma de gestión cooperativa a la programación y la administración de un canal abierto de televisión.

La propuesta comunicacional y de viabilidad económica que presentamos desde Consorcio Giro fue la mejor evaluada por la Comisión Honoraria Asesora Independiente. Este organismo técnico le recomendó al Poder Ejecutivo otorgar dos nuevas licencias para operar en el sector comercial en Montevideo y su área metropolitana, a Giro y a VTV. Así lo hizo finalmente el Ejecutivo, luego de que los descargos que presentamos lo llevaron a modificar un borrador de decreto que nos excluía de la adjudicación.

Hoy, más de cuatro años después de aquella decisión de 2012, y con un largo camino recorrido, cerramos esta etapa con el sabor amargo de no haberlo logrado. Seguramente cometimos errores, pero lo que hizo inviable este proyecto fue, sobre todo, una serie de cambios en las condiciones previstas originalmente para la adjudicación.

El 11 de junio de 2015 el Tribunal de lo Contencioso Administrativo dictó sentencia a favor de un recurso presentado por Cablevisión (Grupo Clarín) para impugnar el decreto mediante el cual el Ejecutivo le había quitado espacio en la banda radioeléctrica a fin de asignar, en posterior llamado, los nuevos canales de Televisión Digital Terrestre. Las consecuencias de la caída de aquel decreto, junto a persistentes incertidumbres sobre el marco normativo de los medios de comunicación y a la decisión de que no se produjera el previsto “apagón analógico” (el momento en el que los canales 4, 5, 10 y 12 iban a comenzar a emitir exclusivamente por Televisión Digital Terrestre) afectaron definitivamente la posibilidad de que existiera un mercado para quienes habíamos sido seleccionados en 2013, y por lo tanto también nuestras posibilidades de reunir los recursos necesarios para poner en funcionamiento Giro.

En estos días firmamos un acuerdo con el Ministerio de Industria, Energía y Minería, por el cual queda sin efecto el acto administrativo en el que se nos asignó la licencia, liberándose así la póliza de mantenimiento de contrato. En el mismo entendimiento, Giro se comprometió a no realizar ningún tipo de acción administrativa ni jurídica posterior relacionada con aquella adjudicación.

Nos habría gustado otro desenlace, pero la realidad fue más porfiada que nosotros. Agradecemos a quienes de distintas formas confiaron en este proyecto, y nos disculpamos ante aquellos a quienes hayamos defraudado. Ojalá la sociedad uruguaya logre que los avances tecnológicos sean, en el futuro, la oportunidad de mostrar algo distinto en televisión abierta, que es la que puede ver más gente y la única que mucha gente puede ver.

Seguiremos trabajando, por todas las vías que estén a nuestro alcance, para desarrollar, enriquecer y diversificar nuestra oferta en el terreno de los medios de comunicación, como lo venimos haciendo desde que fundamos la diaria hace casi 11 años.