“Fue una entrevista cordial, afectuosa y extendida, donde el papa mostró una especial atención y afecto hacia el pueblo uruguayo. Esa fue la pauta a lo largo y lo ancho de la reunión, y la sensación era la de hablar con un amigo”. Esas fueron las primeras sensaciones que el presidente Tabaré Vázquez expresó a los periodistas en la rueda de prensa que ofreció en la tarde del viernes en Roma, luego de una jornada entera transcurrida en el Vaticano. El mandatario uruguayo se reunió de mañana con Francisco, en un encuentro que duró alrededor de 40 minutos; luego, se entrevistó con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y finalmente se encontró en una audiencia privada con el vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina, el uruguayo Guzmán Carriquiry.

Los temas de la reunión “fueron brotando espontáneamente”, dijo Vázquez, y el papa mostró un profundo interés en conocer la situación que vive Uruguay, como país y como parte de la región. Los dos hombres, según comentó el presidente, afrontaron el tema de la pobreza que afecta a la región, por el que el papa mostró mucha preocupación, y los avances de Uruguay en ese sentido: “Según los datos de la Cepal [Comisión Económica para América Latina y el Caribe], la pobreza en Uruguay ha bajado en los últimos diez años hasta llegar a 8% en la actualidad, y la indigencia ya no existe”. Relacionado con este tema, se habló de salud, de cómo ha bajado la mortalidad infantil en Uruguay, y de educación: “El papa se mostró muy informado sobre el Plan Ceibal, y le comunicamos que seguimos trabajando para achicar la brecha digital en el país y ahora estamos trabajando en la educación secundaria”, dijo Vázquez.

Se habló también de temas regionales e internacionales, del futuro de la juventud y las migraciones, y se afrontó  con especial atención el tema del tránsito de los migrantes en Europa y los derechos humanos de esas personas.

A propósito de derechos humanos, confirmando las intenciones expresadas antes del viaje, Vázquez dijo que Uruguay “planteó al Vaticano la posibilidad de desclasificar los archivos con respecto a los años de la dictadura. El pedido encontró el apoyo del papa, que me planteó que comentara eso con el canciller [del Vaticano, Pietro] Parolin para que, a través de nuestra embajada en el Vaticano, comencemos las tareas preparatorias para verificar si en esos archivos existen datos que nos permitan avanzar un poco más sobre la situación de los ciudadanos uruguayos desaparecidos”. Respecto de los tiempos que insumirá ese proceso, el presidente expresó que considera que se podrá realizar lo más pronto posible y que, luego de las fiestas, “un compatriota o una compatriota venga a tomar contacto con el Vaticano para poder empezar a trabajar a mediados de enero de 2017, porque el tiempo pasa y tenemos que ver como avanzar en el tema. El Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia está reuniendo mucho material, clasificándolo y analizándolo, así que para nosotros ese tema es importante y vamos a darle el impulso. [Por medio de] todos los caminos, oportunidades que existan para poder avanzar en el esclarecimiento de la verdad y lograr la justicia, en ese tema los vamos a apoyar”, dijo. Interrogado por la diaria acerca del juicio sobre el Plan Cóndor que se está desarrollando en Italia, y a propósito del reciente pedido del abogado Fabio Maria Galiani, defensor del Estado uruguayo en el juicio, que en su alegato final solicitó que las actas de este juicio fuesen transmitidas a la Fiscalía General en relación a responsabilidades de conducta criminal que surgieron en contra del ex comandante en jefe de la Armada Nacional entre 2004 y 2006, Tabaré Daners, y de otros militares para que se abra un procedimiento, Vázquez contestó que todavía no tenía elementos para opinar. Pero agregó que Presidencia está siguiendo con mucha atención lo que pasa en el juicio, y que en los últimos tiempos ha dado un nuevo impulso al procedimiento, encargando al secretario de Presidencia, Miguel Ángel Toma, de realizar un seguimiento riguroso: “Hubo algún momento en ese procedimiento donde no sólo se empantanaba su avance, sino que se complicaba por falta de elementos jurídicos que el Tribunal de Roma no tenía pero que sí teníamos en Uruguay. Enterado de la situación, instrumenté rápidamente la venida del secretario de Presidencia de la República, Miguel Ángel Toma, que trajo en sus propias manos todos los documentos que había en Uruguay. A partir de ese momento el juicio tomó otro rumbo que permitió avanzar en la clarificación de responsabilidades. En esa dirección estamos trabajando y seguimos trabajando”. Consultado por la diaria, dijo que no se reunirá con Galiani, ya que la visita tenía otro carácter, pero que están en un contacto muy estrecho mediante Toma.

El mandatario uruguayo añadió que invitó formalmente al papa a visitar Uruguay. El pontífice contestó que sí, que tiene prevista una visita a tres países -Chile, Argentina y Uruguay- y que cuando su agenda se lo permita realizará ese viaje. Todavía no fijó fecha, pero quedó claro “no sólo su compromiso para visitar Uruguay sino su deseo de compartir un tiempo con el pueblo uruguayo”, según anunció Vázquez.

El embajador de Uruguay ante la Santa Sede, Francisco José Ottonelli, subrayó que el tema de los archivos ya había sido planteado al papa cuando la delegación diplomática ante el Vaticano había presentado sus credenciales y que ya, en esa ocasión, Francisco había dado su apoyo y había señalado el nombre de un religioso para empezar a trabajar el tema. “Entonces se está ratificando lo que ya había expresado”, concluyó el diplomático.

Al margen

Cuando el presidente Tabaré Vázquez entró a la sala donde se desarrollaría la rueda de prensa, una mujer se acercó a él y los dos hablaron unos minutos. La mujer era María Laura Bulanti, madre de José Garramón, un niño uruguayo de 12 años desaparecido en Roma la tarde del 20 de diciembre de 1983 y encontrado muerto ese misma noche a 20 kilómetros de distancia de su casa. Para la Justicia italiana el niño fue atropellado, pero el hombre acusado de “homicidio involuntario” en un accidente de tránsito estaría involucrado en otros casos famosos relativos a secuestros de niños y jóvenes, y, según una información de inteligencia que fuentes entregaron a Bulanti, es responsable de la desaparición de otro niño y habría filmado los abusos sexuales a los que lo sometió.

El viernes, la mamá de José escribió una carta al primer ministro de Italia, Matteo Renzi, pidiéndole que autorice la desclasificación de la documentación que tiene el gobierno italiano acerca de los casos de su hijo y del otro niño. “Siento el deber de hacer todo lo posible para la memoria de mi hijo -se lee en la carta- como me enseñaron las abuelas y las madres que en América del Sur aún buscan sus hijos y sus nietos desaparecidos”.

Acompañada por un periodista del programa televisivo Chi l’ha visto, cuyas investigaciones hicieron reabrir el caso de José Garramón, hicieron al presidente Vázquez un pedido de apoyo por parte del gobierno uruguayo. El mandatario contestó que imagina “el dolor que la señora y la familia deben haber sentido. Uruguay está dispuesto a apoyar en la medida de sus posibilidades el justo deseo de la mamá de José de conocer la verdad. Obviamente está la Justicia italiana, y nosotros somos muy respetuosos. Más allá de la justicia, quiero decir que lo que podamos apoyar para esclarecer tan dramático hecho, lo vamos a hacer. Hablé con la señora y me puse a disposición de ella y de los familiares para lo que podamos hacer”.

la diaria tuvo la oportunidad de hablar con Bulanti, que presentará en Italia el libro que escribió sobre la historia, acerca de los hechos y de su búsqueda de verdad y justicia. “Creo”, nos dijo, “que más allá de que es una cuestión de justicia, esto también es un tema de derechos humanos. Como digo en mi carta a Renzi, el gobierno italiano tiene una deuda con mi hijo José. Él trató de huir de su secuestrador, probablemente para evitar ser víctima de violencia sexual, y fue atropellado por la camioneta de Marco Accetti y abandonado en la calle a morir, solo. [...] No quiero que el caso de mi hijo sea utilizado para alimentar la morbosidad de la opinión pública, sino para salvar otras a posibles víctimas de ese hombre que sigue libre”, concluyó.